Entre los propósitos de año nuevo siempre figura uno que, al final del año, termina haciéndose muy cuesta arriba. No importa cuántas veces lo repitas; eso de «este año me apunto al gimnasio» puede quedar en vagas promesas si no lo planificas con bien. La mayoría de las veces fracasamos porque no elegimos el mejor tipo de ejercicio para nuestra condición física. Si necesitas hacer ejercicio pero no te conviene realizar movimientos de alto impacto, deberías probar los deportes acuáticos.
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En este artículo te lo contamos todo sobre los beneficios de practicarlos y cuáles puedes incorporar a tu rutina sin necesidad de desplazarte a la costa. El surf, el parasailing y la pesca deportiva son deportes acuáticos, sí, pero en este caso nos centraremos en aquellos que también ofertan los gimnasios y que pueden ayudarte a introducir una rutina deportiva en tu camino hacia una vida más saludable.
Llamamos deportes acuáticos a aquellas actividades físicas se desarrollan en el agua. Podemos clasificarlos en tres grandes grupos:
Ya sea que se practique en un río, el mar o una piscina, quizás el deporte acuático por excelencia es la natación. Es una actividad indicada para todas las edades y que reporta grandes beneficios para la salud. Como veremos más adelante el agua tiene el poder de cuidarte por dentro y también por fuera. Por eso, los deportes acuáticos son una excelente opción si lo que buscas es mejorar tu bienestar físico y mental.
En el medio acuoso cualquier impacto es menor. Dentro del agua, el peso corporal disminuye entre un 80 y uno 90%. Practicar, por tanto, deportes acuáticos como la natación implica realizar una actividad muy poco agresiva con las articulaciones, por lo que son perfectos para mantener alejadas las lesiones.
De hecho, se recomienda que aquellas personas que trabajan muchas horas sentadas o que deben adoptar posturas incómodas practiquen natación. Esta actividad mejora la postura de la espalda y fortalece las lumbares.
Pero, además de la higiene postural, los deportes acuáticos están también indicados para:
Mejorar la circulación.
Aumentar la capacidad cardiorrespiratoria.
Potenciar la musculatura.
Fomentar la resistencia física.
Quemar calorías.
Reducir el estrés y la ansiedad.
Cada vez más, los centros deportivos públicos y privados añaden a su oferta diferentes deportes acuáticos. De hecho, una de las mejores opciones a la hora de establecer una rutina deportiva es combinar los ejercicios de las salas de fitness con la práctica de un deporte acuático. La resistencia natural que ejerce el agua es perfecta para trabajar todos los músculos, con el consabido beneficio del bajo impacto.
Además de la natación, en el gimnasio también puedes practicar alguno de estos deportes acuáticos:
Aquagym o aquafitness: se lleva a cabo en piscinas de poca profundidad y consiste en realizar ejercicios aeróbicos en el agua. Estos ejercicios son muy variados e, incluso, pueden implicar el uso de diversos materiales: mancuernas, tablas, pelotas, cintas elásticas… Es un deporte muy divertido que también está indicado para la tercera edad.
Aquacombat: aquellos que prefieren emociones más fuertes, pueden probar otras variantes del aquagym. Un ejemplo es el aquacombat, que fusiona los movimientos del body combat con el medio acuático. En otras palabras, prepárate para ejecutar repetidamente golpes y patadas ¡al agua! Movimientos y gestos de lucha y combate coreografiados en la piscina al ritmo de la música. Este tipo de entrenamiento se enfoca en mejorar el equilibrio y aumentar la fuerza en brazos y piernas. Como beneficio extra: ¡olvídate del estrés!
Aquazumba: ¿quién dijo que no se podía bailar en el agua? De todos los deportes acuáticos, el aquazumba es quizás el más divertido. Consiste en combinar pasos de zumba dentro de una piscina. Estos pasos deben ser algo más sencillos que los de una sesión de zumba convencional. Además, en cada sesión de aquazumba se ejecutan un menor número de pasos, pues el medio dificulta bastante la tarea. Pero, precisamente, gracias a eso se queman muchas calorías en cada sesión.
Como ves, los deportes acuáticos pueden formar parte de rutina deportiva y saludable. Solo debes encontrar aquella modalidad que mejor encaje con tus gustos y necesidades. Cuando vayas a poner en práctica tu propósito de año nuevo, no te olvides de buscar un gimnasio que tenga piscina. Eso sí, aunque el ejercicio lo realices dentro del agua, ¡no te olvides de hidratarte! Recuerda, además, que realizar ejercicio con regularidad mejora también tu productividad.
