Agua bien medida


El organismo está formado en dos terceras partes por agua. En definitiva, el ser humano es agua en una proporción de dos terceras partes de su peso corporal. Con la transpiración e incluso con la función de respiración se consume una parte considerable de agua del organismo. Así, en 24 horas desaparece medio litro de agua del cuerpo a través del sudor, es decir, de la transpiración, y casi 350 mililitros más lo hacen a través de la respiración, que traslada la humedad, que no es más que agua en forma de partículas en suspensión, desde dentro hacia fuera del organismo. La única estrategia posible para mantener la salud y el bienestar del organismo es muy simple, y consiste solo en beber agua aguante y con regularidad. Para una dieta de unas 3.000 calorías diarias, por ejemplo, sin realizar ejercicio o realizando ejercicio de forma moderada, se requieren al menos la reposición de 3 litros de agua en 24 horas.  En casa, siempre resulta más fácil hidratarse, ya que se tiene agua de forma accesible y tiempo libre para pensar en la necesidad de hidratarse, mientras que, sin embargo, en el trabajo no siempre se dispone de agua con tanta facilidad. Si hay una fuentes de agua de oficina al alcance no hay problema, de lo contrario, se requerirá un tiempo para conseguir esta agua tan necesaria. Por esa razón y por esa necesidad vital, el agua en la oficina resulta tan valiosa, imprescindible y, en consecuencia, también lo resultan las fuentes de agua para oficina. El agua que proporcionan las fuentes de agua, tanto las conectadas a la red como las de botellón de agua mineral, es de calidad y contribuye a mejorar la salud de los trabajadores, pero en cualquier caso, para elegir entre un sistema u otro hay que tener en cuenta las necesidades de agua de cada empleado y la disponibilidad de ella en el centro de trabajo. Si se parte de la base de que una persona necesita alrededor de 3 litros diarios de agua, en una jornada laboral de 8 horas se precisa por lo tanto una media de 1 litro por persona. Hacer cálculos sobre la cantidad necesaria en cada centro de trabajo resulta bastante fácil, dado que la capacidad de una fuente de agua de botellón casi siempre es de 19 litros, por lo que el consumo diario de dicho botellón será el suficiente para 19 personas. En oficinas con un número superior de empleados, las fuentes de agua que se adaptan mejor son las que funcionan conectadas a la red, es decir, las que funcionan con la tecnología de la ósmosis inversa y que generan un caudal inagotable, precisamente porque van conectadas a la red pública de agua. En definitiva, las fuentes de agua se presentan en dos modelos distintos, adaptados para centros de trabajo pequeños, medianos y grandes y para unas necesidades de agua fácilmente mesurables.