A menudo los términos de agua natural y el agua mineral se usan de forma indiferente y se confunden entre sí, cuando en realidad no se trata del mismo tipo de agua. Las diferencias entre un agua natural y una mineral son muchas, incluso más que las que existe entre un agua con gas y una sin gas. A continuación se citan las diferencias más importante entre el agua natural y la mineral: -El agua natural es la que en ocasiones necesita alguna modificación química para conseguir su estabilización y hasta debe cumplir con algunos requisitos mínimos para que se pueda beber agua con ella. -El agua mineral, también denominada agua eco, llega a su destino, es decir, al consumidor final, sin pasar por ningún proceso de estabilización o modificación química, es decir, que el consumidor la bebe como si acabase de salir del manantial. Esta agua no sufre más tratamientos que su envasado en los botellones o en las botellas requeridas por cada marca o dispensador. En el agua eco, por lo tanto, no hay tratamientos químicos ni bacteriológicos, de forma que la el envasador y comercializador del agua tiene la obligación de comprobar mediante un análisis que efectivamente el agua esté pura y está libre de cualquier microorganismo o agente. El agua mineral, por lo tanto, es un agua: -Singular y única, ya que el agua procedente de manantial, esta agua eco, tiene, por sus características naturales, una realidad química y física únicas, a diferencia de las aguas naturales, que deben adaptarse previamente para el consumo. -Profunda. El agua eco procede del interior de la tierra, y por lo tanto es un agua profunda, mientras que el agua natural es agua que corre en superficie y cuyas cualidades se modifican para el consumo, tal y como se ha citado anteriormente.