El ritmo ajetreado de la vida, las tareas diarias que hay que llevar a cabo, así como el intento de tener un equilibrio entre vida personal y vida profesional, hace que cada vez más personas sientan estrés o inquietud. ¿Quieres tomarte la vida con más calma y tener más energía y vitalidad en tu día a día? Incluso si eres una persona que cuenta con poco tiempo puedes beneficiarte de realizar meditación por la mañana. ¡Equilibra tu vida, empieza cada mañana!
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No solo no hay que renunciar a una verdadera conciliación entre nuestra tranquilidad y nuestras ambiciones sino que este debe ser nuestro objetivo vital.
La práctica de la meditación refuerza y nos enseña a estar más presentes y fomenta la atención plena. Concretamente, la meditación por la mañana estimula nuestra capacidad de concentración y nos ayuda a relativizar los acontecimientos y resolverlos desde la calma y la distancia.
Así, meditar es entrenar la mente. Ser capaces de entrar en un estado tal que nos permita ver pasar u observar nuestros pensamientos sin que permanezcan adheridos a nosotros. Se demuestra eficaz como remedio para paliar algunas de las molestias relacionadas con la ansiedad y la depresión, por ejemplo.
Para practicar la meditación hay que tener en cuenta el hacerlo en espacios y momentos adecuados para nosotros, que presenten condiciones de tranquilidad y silencio suficientes. La meditación por la mañana suele ser de los momentos más aconsejables.
A menudo pasamos nuestro día a día con suma prisa y sin prestar atención a lo que nos está sucediendo. Realizar alguna práctica como meditación por la mañana es útil para enseñarnos a vivir el momento presente.
Para iniciarnos en la meditación por la mañana podemos practicar la observación de lo que sucede a nuestro alrededor: vivir el ahora dejando que los pensamientos afloren sin juzgarlos, y sobre todo, sin juzgarnos.
Tomando una postura cómoda que podamos mantener durante un tiempo, vamos a ir recorriendo mentalmente cada parte de nuestro cuerpo, relajándolo poco a poco. Hay que llevar la atención desde el dedo meñique de tus pies hasta lo más alto de tu cabeza.
Una vez ya estás en ese estado de relajación también tendrás que llevar tu atención a tus pensamientos para dejarlos ir. No te juzgues en este momento.
El momento adecuado para la práctica meditativa es cuando hay calma, silencio, pausa. La meditación por la mañana reúne estas condiciones óptimas.
La salud no solo depende de tu cuerpo y forma física, sino que es un compendio entre cuerpo y mente. Para un estilo de vida saludable, procura hacer ejercicio de manera diaria y tomar la cantidad de agua que necesitas. La hidratación del organismo y el consumo de alimentos equilibrados contribuyen a que nuestra salud sea mejor.
No hay mejor forma que empezar tu día llevando a cabo una meditación por la mañana. Crea un espacio que solo sea tuyo a la hora que prefieras y benefíciate de las bondades de esta práctica milenaria. ¡Entrena tu mente y relájate de una manera profunda!
