Elaborar un menú para niños que sea lo suficientemente equilibrado y saludable no es excesivamente complicado, peor es necesario una buena organización y planificación, la cual debe empezar incluso antes de hacer la compra.
Los pasos para planificar un óptimo menú infantil
La organización semanal de un menú infantil te va a resultar mucho más fácil si sigues los siguientes pasos:
- Planificar la compra. Para ello tenemos que definir muy bien cuántos niños y de qué edades van a comer en casa durante la semana. Es evidente que no es lo mismo comprar comida para un niño de 4 ó 6 años, que para uno de 12. Las necesidades nutricionales, gustos y cantidades difieren mucho, por lo que hay que adaptar la compra a cada situación. De lo contrario, haremos cortos o sobrará comida, y además corremos el riesgo de incurrir en un déficit (o un exceso) de algún tipo de alimento. Una vez planificada, ya solamente tenemos que elaborar una lista y cumplirla cuando nos encontremos en el supermercado o la tienda de alimentación.
- Observar la pirámide alimentaria infantil. Es similar a la de adultos pero adaptada a las necesidades nutricionales y raciones de los más pequeños. La principal ventaja de la pirámide de alimentación infantil, que puede aplicarse en niños de 2 años en adelante, es que permite comprobar si cada una de las comidas de niños, y en el conjunto de la semana, es suficientemente completa y variada.
- Preparar la comidas de forma divertida. Los niños son reacios a la hora de incorporar nuevos alimentos en su dieta. Por este motivo, es importante cocinarlos de una forma divertida, existiendo diversos trucos para ello: mezclar los alimentos nuevos o menos atractivos (como las verduras y las frutas) con los que les gustan o ya están acostumbrados, servirlos de forma divertida, cortándolos de forma creativa o haciendo dibujos con la salsas, por ejemplo. La cuestión es que al niño el momento de comer le parezca un juego.
- Seguir las indicaciones del pediatra. La alimentación de los bebés hasta los dos años debe regirse, de forma rigurosa, por las indicaciones de su médico, y posteriormente debemos seguir teniendo en cuenta sus recomendaciones.
- Hacer partícipe al niño en la planificación de los menús. A los niños les encanta hacer cosas con los adultos, además de que es muy positivo para el desarrollo de su carácter e inteligencia. Por ello es muy interesante planificar y preparar los menús y las comidas junto con ellos, aprovechando para explicarles la importancia de una alimentación sana.
- Acompañar al niño mientras come. Siempre que sea posible, vale la pena comer junto con el niño o niña de esta forma estrecharemos los lazos con él y se sentirá más satisfecho, seguro y tranquilo, alimentándose mejor.
En lo que se refiere a dulces, chocolate, mantequillas o embutidos, alimentos que normalmente se asocian con el sobrepeso, lo cierto es que, salvo alguna indicación en contra de su pediatra, los niños pueden tomarlos siempre que sea con moderación. Por ejemplo 2 ó 3 veces a la semana y siempre en cantidades o raciones pequeñas. Post relacionados:
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