Las actividades de team building, sean competitivas (por ejemplo, un sesión de paint ball) o más tranquilas (un excursión en grupo o una exposición colectiva de un tema en una jornada), son cada vez más utilizadas por las empresas para fomentar el trabajo en equipo y la cohesión entre los trabajadores, mejorando la coordinación entre ellos y la relación con la empresa.
Este tipo de de eventos se organizan generalmente, aunque no siempre, fuera de los horarios laborales para poder transmitir mejor la sensación de tratarse de jornadas de ocio y tiempo libre compartidas con los compañeros. De esta forma, no solo no se pierden horas de trabajo sino que se incentiva a los empleados con actividades de ocio originales que, muy probablemente, ellos no practicarían en su vida personal. Normalmente se trata de competiciones ficticias entre diferentes grupos de empleados que se esfuerzan en un objetivo común: convertirse en el “equipo ganador” del evento. Pero en realidad, este concurso o no es más que una excusa para tratar de mejorar el trabajo en equipo y la coordinación entre los miembros, potenciando el buen ambiente y el compañerismo.
Mediante el team building se trabajan características importantes para que un grupo funcione y esté organizado, fomentándose tanto la confianza en el equipo como el compañerismo, además de mejorar también el crecimiento personal y profesional a través de la demostración de la valía individual dentro de los juegos y actividades en equipo.
El work team, o trabajo en equipo, se ve facilitado y estimulado por las actividades de team building por las siguientes razones:
Algunas de estas actividades pueden realizarse en el mismo lugar de trabajo y sin preparación especial, mientras que otras requieren salidas dirigidas por un monitor o profesional especializado: actividades en la naturaleza, rafting y otros deportes de aventura, convivencias, etc. Post relacionados:
