La importancia del reciclaje es más que evidente, y nadie la pone en duda. Por ello, uno de los factores que más se tienen que potenciar es saber como reciclar en casa, que supone en muchas ocasiones cambiar de hábitos. Antes de tirar algo al cubo de la basura, se tiene que pensar en la posibilidad de reciclarlo.
En este blog ya hemos hablado en varias ocasiones acerca de las 3R: Reducir, Reutilizar y Reciclar.
¿Qué implican en realidad estas tres acciones? ¿Se pueden conseguir a un grado razonable en el entorno del hogar?
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Los beneficios del reciclaje
Lo cierto es que el reciclaje es uno de los procesos más exitosos que hemos logrado desde finales del siglo pasado. Convirtiendo materiales de desecho en una fuente de recursos valiosos, además de ayudar a nuestro planeta hemos logrado un desarrollo más sostenible, incluso reduciendo costes en ciertos materiales.
Reciclar en casa aporta una buena cantidad de beneficios. Algunos de ellos son:
- Cuidar y proteger el medio ambiente para que las generaciones futuras lo puedan seguir disfrutando.
- Reduce las emisiones de gases responsables del temido efecto invernadero, que está causando el cambio climático a nivel mundial.
- Se necesitan menos vertederos y sistemas de eliminación de residuos, al alargar la vida útil de los materiales.
- Ahorra energía y previene la contaminación que se produce a menudo al extraer y procesar nuevos materiales, así como su uso en la elaboración de productos con recursos vírgenes.
- Potencia la conservación de recursos naturales, como madera, minerales o agua.
Cómo reciclar en casa: qué se puede reciclar
Lo primero que interesa saber acerca de cómo reciclar en casa es el tipo de materiales y dónde deben ponerse para facilitar el proceso:
- Papel y cartón: abarca todo lo que esté fabricado con este material, como las revistas y periódicos, cajas de zapatos o alimentación, papel de regalo y envoltorios, cuadernos o libretas, etc. Todos ellos van al contenedor azul.
- Plásticos: casi igual que en el caso anterior, con ciertas salvedades como cepillos de dientes, plásticos de medicamentos, botes de cremas y cosméticos o los plásticos que han contenido algún tipo de aceite. El resto se depositará en los contenedores amarillos.
- Vidrio: el vidrio puede reciclarse al 100% y de forma indefinida, así que es uno de los materiales con una mayor vida útil. En el contenedor verde se debe tirar todo el vidrio, siempre retirando las tapas de plástico o metal para facilitar el proceso de reciclaje.
- Latas y briks se pueden reciclar en casa separándolos y echándolos después en el contenedor amarillo, junto con el plástico.
- Pilas usadas: las pilas y baterías usadas se pueden reciclar en casa. Es importante separarles del resto de materiales y ponerles en contenedores especiales para pilas, ya que si no se tratan de forma adecuada pueden ser muy contaminantes.
Otros productos que se pueden reciclar en casa
Lo cierto es que hay muchas otras cosas que se pueden reciclar cuando han llegado al final de su vida útil tal y como se están usando. Por ejemplo:
- Aparatos electrónicos y electrodomésticos.
- Bombillas.
- Aceite usado.
- Mobiliario.
- Ropa.
Todo esto se debe llevar a un punto limpio, donde se encargar de separar las piezas por materiales, y aprovechar todo lo que pueda tener una nueva vida. Bien tal cual o volviendo a procesar para conseguir materia prima para fabricaciones.
