Medir la satisfacción laboral es algo tan amplío como su definición: algunos consideran que se refiere al nivel de satisfacción de las necesidades de los trabajadores y directivos de una empresa o compañía, así como su actitud ante las decisiones que se tomen; para otros es una tendencia emocional en la que se mide la motivación individual; incluso hay los que lo ven como una mera actitud en la empresa.
Las escalas de medición
Siendo algo tan subjetivo y emocional, y habiendo tantos puntos de vista con respecto a su simple definición, ¿cómo medir algo como la satisfacción laboral? Existe una escala de medición adecuada para este tipo de análisis, aunque un tanto escasa para según qué intenciones de medición. Consiste en realizar aproximadamente 30 preguntas, en la que las respuestas van del 1 (Muy mal/Nunca) al 5 (Excelente/Siempre). Pero hay variaciones, como por ejemplo incluir preguntas de sí/no, o apartados con sugerencias, para que el encuestado pueda explayarse y comentar todo lo que guste. Sin embargo, podemos medir dos cosas paralelamente con estos resultados: la satisfacción laboral y la insatisfacción laboral. Cabe decir que la encuesta es anónima, y que ha de realizarse a todos los trabajadores en activo. No obstante, en último termino pueden llevarse a cabo entrevistas llamadas “de fondo o de apoyo” con los jefes de los distintos departamentos y otros empleados, con el fin de contrarrestar los resultados, en caso de que hubiesen respuestas sospechosas o inesperadas; así como utilizar el método más clásico de todos: la observación para confirmar la veracidad de los datos.
Las preguntas del cuestionario
En cuanto a las preguntas del cuestionario, estas dependerán en cierta medida de lo que se desee averiguar con ellas. Hay otra opción que acompaña a las encuestas, y es pivotar. Pivotar es lo que suelen hacer las start-ups, las pequeñas empresas, y no es otra cosa que ir probando, cambiando la dirección de nuestros pasos y acciones, con tal de comprobar qué es lo que funciona mejor. Para ello te recomendamos que primero realices unos determinados planes de acción, que te ayudarán a medir los resultados y compararlos con los previsibles.
Por ejemplo, instala máquinas expendedoras por un tiempo si tu negocio no dispone de ellas, y observa la reacción de los empleados. ¿Están más felices? ¿Van más motivados al trabajo? ¿Están más amables entre ellos y con los clientes? ¿No es así? Prueba con otra cosa. En ocasiones la solución está en probar y probar. Después de probar varias variables, reúnete con tu equipo directivo y comparte los resultados. Dialogad y valorad qué es lo que ha dado mayores resultados. Puede que sea una de las variables que menos os esperabais. Si es así, reflexionad el por qué ha funcionado mejor esa opción, y no las restantes, con las que se preveía mejores resultados. Puede que sea porque hay algo que sea os está pasando por alto. Tras pivotar, además de la observación diaria por parte de los jefes de las distintas secciones, puede volver a realizarse otro cuestionario de satisfacción laboral, con motivo de los distintos cambios recientes. Esta vez, puesto que ya se habrá realizado otro cuestionario previamente en poco tiempo, es aconsejable cuidar el enfoque y el tono que se emplee en él. Dejad claro de entrada que se está trabajando por mejorar la satisfacción y felicidad de los empleados, y estos contestarán con mucho gusto. Como ves, no existe una fórmula matemática para medir la satisfacción laboral, pero sí utilidades como el cuestionario del clima laboral, y recomendaciones como la observación y la pivotación. La manera de usar todas estas herramientas dependerá de cómo sea tu empresa, y de ti. Post relacionados: