La relación entre trabajo y salud es compleja y con dos caras: una positiva y otra negativa. Por un lado, a través del trabajo las personas logramos una serie de aspectos favorables e indispensables para asegurarnos la propia subsistencia y el aumento de la calidad de vida. Mediante la actividad laboral es posible lograr reconocimiento, satisfacción y felicidad, siendo un excelente medio para alcanzar metas personales y sociales y revitalizar tanto la mente como el estado físico. Sin embargo, en la otra cara de la moneda encontramos los riesgos que entraña el trabajo en forma de accidentes o como causa de daños en la salud de los trabajadores, tanto en el plano físico, como psíquico o emocional.
Seguridad y salud laboral: el arte de evitar o minimizar los riesgos en el trabajo
La seguridad y salud laboral tiene como objeto la aplicación de las medidas necesarias para evitar, o al menos minimizar, los riesgos en el trabajo y promocionar la salud entre los trabajadores.
Las leyes y normativas sobre prevención de riesgos laborales de cada país constituyen la base legal sobre la que se sustenta las medidas de obligado cumplimiento para garantizar la seguridad y salud de los trabajadores. En España, estos temas se encuentran regulados principalmente por la Ley 21/1995, de 8 de noviembre, de prevención de riesgos laborales, que posteriormente se ha ido desarrollando y completando por legislaciones posteriores. En dicha Ley se especifica que todos los trabajadores tienen derecho a una protección eficaz en materia de seguridad y salud en el trabajo y que es el empresario el responsable de garantizar dicha protección y proporcionar a los trabajadores las medidas y equipos de protección necesarios, así como la formación adecuada.
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No obstante, la planificación, organización y control de la gestión en materia de seguridad laboral debe realizarse de forma consensuada entre empresarios y trabajadores, a través de las organizaciones sindicales y con la supervisión de las administraciones. Desafortunadamente, en determinadas actividades laborales no es posible llegar a un riesgo cero. Aunque siempre se puede reducir el número de accidentes y minimizar sus consecuencias mediante el empleo adecuado de equipos de protección individual (EPIs): cascos, botas de seguridad, arneses, etc. y con medidas de seguridad colectiva. Otra área de gran importancia en el campo de la prevención es la formación de los trabajadores y la concienciación de éstos de la necesidad de seguir al pie de la letra todos los protocolos y medidas de seguridad, aunque en ocasiones puedan resultar molestos o engorrosos.
Prevención y salud laboral: una cuestión de actitud
La prevención se suele relacionar con la puesta en marcha de medidas protectoras para evitar los accidentes laborales. Aun siendo ésta una cuestión de importancia capital, lo cierto es que el concepto de salud laboral y la prevención tanto de accidentes como de problemas relacionados con la salud en el ámbito del trabajo es mucho más amplio. Cuestiones aparentemente banales, como alimentarse correctamente en función de nuestro desgaste físico y psíquico en el trabajo, tiene un notable nivel de influencia en el mantenimiento de un estado de salud satisfactorio y también en la evitación de accidentes. Realizar las pausas suficientes durante nuestra jornada laboral para ingerir los alimentos y las bebidas necesarias con el fin de nutrirse e hidratarse satisfactoriamente es básico para alcanzar y mantener un óptimo tono físico y mental. Por otro lado, acciones tan simples como tomar café, un refresco o un simple vaso de agua con los compañeros, además de ser positivo para mantener el equilibrio. fomentar el buen humor y reducir el temible estrés laboral, es el mejor antídoto contra el agotamiento mental o la distracción. Circunstancias que en muchas ocasiones actúan como desencadenante de accidentes laborales de imprevisibles consecuencias.