El agua es un ingrediente imprescindible para nuestro día a día. Desde que nos levantamos hay infinidad de actividades y momentos vinculados con este recurso natural. Pero, ¿cuánto conocemos realmente sobre ella? Descifrémosla un poco explicando qué es el agua potable.
¿Qué es el agua potable?
Es aquella que podemos consumir sin que este gesto implique poner en riesgo nuestra salud, es decir, debe ser apta para el consumo humano.
El Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social indica que puede estimarse de calidad cuando es limpia y salubre, cuando no presenta microorganismos infecciosos ni contaminantes a cotas suficientes como para perjudicar desfavorablemente la salud de las personas consumidoras.
Antes de llegar a los domicilios el agua realiza un largo recorrido donde es sometida a tratamiento y control. Te lo explicamos.
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El camino del agua para ser potable
El agua de la red de abastecimiento puede proceder de diversas fuentes superficiales como son los embalses, lagos o ríos. Como puede entrar en contacto con sustancias contaminantes (polución ambiental o microorganismos como bacterias o parásitos) debe ser tratada tras su proceso de captación.
Será en la planta potabilizadora donde una serie de tratamientos conseguirán que sea disponible para el consumo.
Después, se almacenará en depósitos y se distribuirá a través de las redes de suministro, pero se seguirá controlando por medio de exámenes químicos y biológicos.
¿Cómo obtiene la calificación de “apta”?
Gracias a la potabilización. Este es un proceso que conlleva varias etapas y que hace que el agua que llega hasta la población sea adecuada. En líneas generales consiste en:
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Filtrado inicial. Permite detener los materiales sólidos de tamaño grande que circulan en el agua.
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Coagulación, floculación. Se añaden sustancias para favorecer que aquellas partículas sólidas que no sedimentan formen grumos y puedan ser eliminadas.
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Decantación. La acción de la gravedad permite separar y suprimir las partículas presentes en el líquido. Si la corriente tiene la menor perturbación posible, las menos densas flotarán en la superficie mientras que las contrarias se posarán en el fondo.
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Filtración. La corriente de agua pasa por un medio poroso o filtro (de arena o carbón activado) para eliminar aquellas partículas sólidas que quedasen y actuar contra la turbidez.
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Desinfección. En esta fase se acaba con los microorganismos patógenos. El procedimiento habitual para ello es el uso de cloro.
Puedes ampliar información sobre el proceso de gestión del agua de red en El abastecimiento de agua potable, una guía informativa elaborada por el Gobierno de Aragón.
Beber agua de red o beber agua mineral natural
Esa es la pregunta que se plantean muchas personas consumidoras actualmente. Quizás la clave para elegir entre una u otra opción está en conocer las características que identifican al agua mineral natural.
El Real Decreto 1798/2010, que regula tanto a estas aguas como a las de manantial que han sido envasadas para el consumo humano, indica que:
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Son aquellas microbiológicamente sanas cuyo origen sea una capa o yacimiento subterráneo.
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Se diferencian por su naturaleza, determinada por la presencia de minerales y oligoelementos. Así como por su constancia química y pureza original.
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Estas particularidades permanecen intactas, debido a su origen subterráneo lo cual preserva a esta agua de cualquier peligro de contaminación.
Todas son garantías que fomentan que las personas consumidoras o familias se decidan por el agua mineral natural en lugar del agua de la red de abastecimiento de agua potable. El siguiente paso es seleccionar la marca que cubra sus necesidades.
Eden cuida de sus clientes desde el inicio, desde los manantiales, pues estos son seleccionados por profesionales expertos y están ubicados en lugares preservados de fuentes de polución. Además sus soluciones de agua respetan al medio ambiente, porque las botellas se pueden reutilizar y reciclar y la empresa controla sus emisiones de dióxido de carbono.
Si lo deseas puedes solicitar una oferta personalizada para tu hogar a través de su página web.
Asegurar nuestro bienestar está en gestos tan sencillos como beber un vaso de agua con pureza certificada. La naturaleza nos ofrece una bebida saludable, refrescante e hidratante para vivir con vitalidad cada día. ¿Por qué rechazarla?