Todos sabemos hasta cierto grado lo que es la contaminación, aunque de un modo muy general. Sin embargo, existen diferentes tipos de contaminación y consecuencias, por lo que se necesita tener claros cuáles son los conceptos. En este caso nos centraremos en uno de ellos, la contaminación industrial, que afecta en gran medida a todo nuestro entorno.
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Se entiende por contaminación industrial a las emisiones de sustancias peligrosas que proceden de forma directa o indirecta de los procesos industriales y pasan al entorno natural.
Hay que tener en cuenta que la industria es fundamental para las economías como la europea, pero también es un foco de contaminación. Desde hace años se está regulando con el fin de limitar los efectos que tiene esta contaminación en nuestra salud y el planeta. Para ello se ha desarrollado un plan de actuación basado en determinadas políticas.
La UE tiene una directiva que indica a decenas de miles de grandes instalaciones industrialeslo que deben hacer con el fin de minimizar o eliminar la contaminación del aire, el suelo o el agua. También les exige una reducción de los residuos que generan.
Ciertos tipos de actividades, como los que implican combustión, uso de sustancias nocivas o producción de emisiones (dióxido de azufre o titanio, por ejemplo), se imponen unos límites máximos tolerables.
Desde 2018, la DEI regula estas emisiones derivadas de la combustión de carburantes en instalaciones industriales cuya potencia térmica comprenda entre 1 y 50 MW.
Conseguir una mayor eficiencia en el uso de la energía es fundamental para reducir los niveles de contaminación. Por ello, se tienen que buscar maneras de obtener electrodomésticos y maquinaria más eficiente, y reducir el consumo en todo tipo de instalaciones, como las relacionadas con las TI o la ingeniería.
Uno de los métodos con los que se consigue una mejor eficiencia energética es el ecodiseño, que abarca todo tipo de instalaciones y desarrollo de productos. Desde edificios que aprovechan los recursos naturales y tienen un impacto mínimo o nulo en el medio ambiente, hasta artículos de consumo como los envases. También se apuesta por desarrollar nuevos materiales más eficientes y menos contaminantes como los productos de un solo uso compostables, que están sustituyendo al plástico convencional, cuya capacidad de contaminación es muy elevada.
Esta Directiva exige a todos los estados que pertenecen a la UE a reducir de forma progresiva la contaminación del agua sobre todo en lo relacionado con ciertas sustancias. Algunas de ellas tienen un plazo de reducción más inmediato, mientras que otras deben suprimirse por completo a medio plazo.
Esta directiva busca sobre todo proteger los recursos hídricos, que desde que comenzó el desarrollo industrial son los más afectados junto con el aire.
Además de las grandes industrias, todos podemos (y debemos) poner de nuestra parte para reducir la contaminación industrial, por ejemplo apostando por productos y empresas que se estén esforzando por cuidar más del medio ambiente.
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