De pequeñas a grandes empresas: ¿cómo lo han conseguido?

Gestión empresarial


Airbnb, Dropbox, Spotify, BlaBlaCar, 8Belts... unas se dedican al alquiler de casas vacacionales, otras ofrecen servicios de memoria virtual en la nube y algunas a impartir cursos de idioma online. En definitiva, se trata de empresas que ofrecen servicios muy diferentes pero con una misma historia de éxito: en poco tiempo han pasado de ser pequeñas empresas, que muchas veces no contaban entre sus empleados a nadie más que su reducido grupo de creadores, a multinacionales con miles de trabajadores y beneficios mareantes.

¿Quieres conocer cuál es le secreto de su éxito? Entonces, te recomendamos que sigas leyendo este post.

 

 

 

De pequeña startups a grandes empresas

Las empresas anteriormente citadas, como antaño lo fuesen las hoy famosas Facebook, Twitter o Google, empezaron siendo pequeñas empresas, basadas en una idea innovadora y con una base muy tecnológica, dispuestas a sacar el máximo partido de las grandes posibilidades de Internet.

Algunas de ellas, como BlaBlaCar, han sabido conjugar el auge de las redes sociales con los nuevos valores y diferentes hábitos de comportamiento, como puede ser el consumo colaborativo.

Aunque nadie tiene la fórmula del éxito (tampoco debemos olvidar que no todas las startups logran los objetivos deseados), sí que podemos encontrar una serie de factores comunes entre las empresas que han logrado tener millones de clientes y ganancias millonarias.

Las 7 claves de éxito para el éxito de una startup

  • Partir de una idea innovadora y con potencial. Y con ello no queremos decir que tenga que ser un servicio totalmente original, que no se haya ofrecido antes. Puede ser suficiente con reinventarse, como han hecho Airbnb o BlaBlaCar al adaptar el alquiler de viviendas vacacionales o el transporte a las nuevas posibilidades de Internet y el auge del consumo colaborativo.
  • Ser escalable. Uno de los aspectos más positivos de una startup es que puede a llegar a crecer espectacularmente, con independencia de la plantilla con la que cuente y de su infraestructura física. Esto es posible porque su capital está basado en el mundo digital y, muchas veces, en los propios usuarios que ponen a disposición sus vehículos, sus propiedades inmobiliarias, sus habilidades o su tiempo.
  • Acertar con el momento del lanzamiento. El contexto económico o el nivel de competencia de un determinado servicio son dos aspectos fundamentales para una startup. Por este motivo, hay que estudiar muy bien el momento en que el producto o servicio es lanzado al mercado, esperando pacientemente la oportunidad en caso necesario.
  • Tener el mejor equipo humano posible. Que no tiene por qué ser sinónimo de tener más experiencia y puede que tampoco de estar mejor preparado académicamente. Es una cuestión, sobre todo, de aptitud y actitud. El equipo ideal de un startup debe estar conformado por profesionales jóvenes, ambiciosos, emprendedores, creativos y totalmente entusiasmados y comprometidos con el proyecto.
  • Contar con la financiación adecuada. Si en algo no se diferencia tanto una startup de una empresa tradicional es en la necesidad de crédito para acabar convirtiendo en realidad sus proyectos. Pero por sus especiales características y carácter escalable de sus beneficios, este tipo de empresas suele recurrir a vías de financiación más alternativas, como los pequeños mecenas o inversores o las empresas de crowlending.

de pequeñas a grandes empresas

 

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