Una
depuradora de agua doméstica es una inversión para la salud de toda la familia. No se trata de un electrodoméstico más de la cocina, ya que mientras que el frigorífico mantiene la calidad de una parte de los alimentos que conservamos, o el microondas ayuda a calentarlos o a cocerlos, una depuradora de agua doméstica permite mejorar la calidad del agua con un doble fin, el de poder
beberla con todas las garantías y el de poder utilizarla para
preparar comidas, por ejemplo.
La multifuncionalidad que ofrecen estas máquinas depuradoras resulta todavía más importante en entornos donde la calidad de las aguas es muy baja.
A menudo solo se tiene en consideración que el agua para beber tenga un buen sabor y sea saludable, pero no se tiene en cuenta que el agua utilizada para la preparación de los alimentos , también es un agua que el organismo acaba ingiriendo y asimilando, por lo que también debería ser un agua de calidad. Si los alimentos se conservan de forma adecuada y se preparan con el calor justo, es una pena cocinarlos con agua del grifo que no ha sido tratada, ya que los carbonatos que contiene dicha agua no filtrada se depositan en el organismo; se trata además de unas sales carbonatadas que los riñones no pueden eliminar y que se acumulan como cálculos.
Así, una depuradora de agua doméstica debe concebirse como un sistema para el tratamiento de aguas en el hogar que trabaja para mejorar la salud de todas la familia. Una vez tomada la decisión de adquirir una depuradora, para elegir la mejor con todo el conocimiento de causa, es importante analizar el valor del servicio postventa.
Una depuradora de agua doméstica elimina las impurezas del agua con filtros que han de ser sustituidos de tiempo en tiempo, por lo que un servicio posventa eficiente debería garantizar que se cumplan estrictamente los tiempos de sustitución de las membranas y de los filtros del sistema de ósmosis inversa que constituyen la base de estos equipos de filtración, con el fin de mantener intactas las cualidades del sistema y conseguir una purificación máxima.
Asimismo, las depuradoras más sofisticadas ofrecen una lectura de la calidad del agua en el momento en el que trabaja el equipo, un dato que permite conocer los picos de las cualidades físicas del agua, y conocer así de primera mano, las características y propiedades indeseables del caudal que se habría ingerido de no ser por la depuradora.