En este post se analiza si resulta realmente económico adquirir una depuradora de agua doméstica para beber agua del grifo purificada. Una familia de cuatro miembros puede consumir alrededor de cincuenta euros al mes en agua embotellada. El consumo de agua embotellada de cuatro personas es de alrededor de de seis litros al día, lo que representa, por extensión, unos 180 litros al mes, y casi 2.500 al año. En base a este cálculo, es evidente que una depuradora de agua doméstica se amortiza enseguida cuando la familia que deja de comprar agua embotellada. Además, esta agua se puede utilizar para otros tipos de consumo en el hogar, en sustitución del agua del grifo, ya que se puede utilizar, por ejemplo, para las peceras, para las planchas, para lavar frutas y verduras, para añadir a las papillas para niños, para fabricar hielo en el congelador o para dar de beber a las mascotas. Sus usos por lo tanto son múltiples. Asimismo, también hay que tener en cuenta que una inversión en una depuradora de agua doméstica es también una inversión en la salud de la familia. Se ha comprobado que depuración de agua por el sistema de ósmosis inversa, además de malos olores y sabores del agua indeseados, reduce las concentraciones de minerales que no resultan saludables, tales como los carbonatos responsables de la formación de cálculos en el organismo. Una depuradora de agua doméstica, por lo tanto, es sinónimo de ahorro asegurado.
