Los distribuidores de agua son especialistas en logística, ya que deben trabajar de forma coordinada con el fin de conseguir efectuar un sistema de reparto de agua puerta a puerta que resulte eficiente, y que permita reunir a la vez dos calidades importantes: la puntualidad y un servicio regular basado en una atención personalizada. El servicio que ofrecen los distribuidores de agua, en definitiva, debe tener en cuenta en todo momento las necesidades del consumidor.
Para comprender el funcionamiento de estas empresas, es importante estudiar algunos detalles que hacen funcionar toda la logística del sistema, y comprender así el valor del esfuerzo y la dedicación de sus profesionales, que trabajan al servicio de los clientes. Es importante tener en cuenta, los siguientes criterios:
- Base de datos de clientes. Los distribuidores de agua no solo manejan y actualizan con regularidad información básica de los clientes en sus bases de datos, sino que en ellas también reflejan detalles como observaciones que les permiten hacerse una idea de las variaciones de las necesidades de los usuarios, a lo largo de las semanas o meses, de forma que se pueden adelantar a sus demandas particulares y prever modificaciones en los suministros. Se trata de una fórmula de control y de gestión de los clientes que resulta al mismo tiempo dinámica y flexible.
- Rutas programadas y programables. Los mejores distribuidores de agua elaboran rutas de reparto de agua que se modifican y se adaptan con regularidad, con el fin de acoger nuevas líneas de distribución de agua, especialmente en las grandes ciudades, donde concentración de clientes no tiene por qué significar más facilidades para la misma logística.
- Servicio de atención al cliente. Los distribuidores de agua más sofisticados cuentan con un servicio de atención al cliente que atiende y aplica, siempre que sea posible, las sugerencias de los consumidores en el menor tiempo posible.
El objetivo de este servicio personalizado es establecer una conexión vital entre las necesidades reales e inmediatas de los usuarios y la capacidad también real y experimentada de los encargados del reparto de agua, con el fin de encajar modificaciones de horarios, servicios, cantidades y transporte.
