Según los resultados de un Addeco, líder internacional en la gestión de Recursos Humanos, llevado a cabo en 2012 en España, y que, todavía está vigente, casi la totalidad de los trabajadores españoles (el 96,5%) cree que el bienestar laboral influye en su rendimiento, aumentando su productividad, solo el 2,9% piensa que el bienestar laboral no influye directamente en el rendimiento laboral y un 0,6% considera que ni beneficia ni perjudica a su rendimiento. Pero, ¿a dónde reside la importancia del bienestar laboral para los españoles? Según la directora de Marketing y Comunicación de Addeco, Margarita Álvarez, “Es de vital importancia generar un entorno de trabajo excelente para las personas que componen una empresa. Éstas son el valor más preciado de cada compañía y es un deber empresarial –más importante si cabe que cualquier otro- velar por el bienestar y la satisfacción personal de sus trabajadores”. Además, está claro que dicho bienestar se traduce directamente en beneficios para la empresa, ya que se ha demostrado que empleados motivados y con un mayor bienestar en su trabajo son más creativos y trabajan mejor en equipo, además de adaptarse mejor a los cambios y tolerar mejor el estrés, por lo que les convierte en empelados más productivos. Asimismo, los trabajadores de mayor edad quienes afirman, en mayor proporción que el resto, que el bienestar laboral consigue un mayor rendimiento, mientras que los trabajadores encuestados de entre 35 a 44 años opinan que no influye directamente en el rendimiento. Además del impacto que el bienestar laboral tiene en el rendimiento, según los trabajadores encuestados por Addeco, éste tiene su reflejo en la vida personal de los empleados: 2 de cada 3 (el 67,9%) reconocen que su bienestar laboral influye en su bienestar personal y familiar de forma directa, de manera que, si el primero no es bueno, influye negativamente en el segundo. En cambio, un 27,3 % de los trabajadores indica que, en general, el bienestar laboral no influye en su vida personal, ya que afirman que intentan mantener aisladas estas dos parcelas de su vida. Al analizar los factores que influyen en el bienestar laboral de las empresas y sus empleados, se establecen tras categorías que ya se han citado en otros posts: los factores físicos, los emocionales y los sociológicos. Y el 63,5% de los españoles indica que los factores emocionales son los de más importancia para su bienestar laboral, seguidos de un 31,7% que elige como prioritarios los factores físicos y un 4,8% de encuestados que prima los sociológicos frente a los demás. También es importante tener en cuenta que según los empleados encuestados por Addeco, los hombres y los encuestados con estudios medios y básicos indican, en mayor porcentaje que el resto, que los factores más importantes son los físicos, mientras que las mujeres y las personas con estudios superiores son quienes dan más importancia a los factores emocionales en el bienestar laboral. Y para acabar, entre los factores emocionales que más cuidan las empresas españolas se encuentran las medidas de conciliación de la vida familiar y laboral (39,2%), el reconocimiento por parte de los superiores (30,9%) y los planes de desarrollo profesional (26,5%). 6 La Organización Internacional del Trabajo afirma que mala alimentación reduce hasta un 20% la productividad laboral Según los resultados de un estudio reciente llevado a cabo por la Organización Internacional del Trabajo (OIT), además de las múltiples consecuencias negativas que ocasiona a la salud, la mala alimentación reduce hasta un 20% la productividad laboral. Por su parte, varios estudios realizados en EEUU y Canadá avalan esta afirmación y estiman que, además de la pérdida de efectividad laboral, la obesidad provocada por una mala alimentación puede generar entre 1,61 y 1,74% más de ausentismo. A menudo, las largas jornadas laborales hacen que muchas personas acaben relegando a un segundo plano su alimentación, y que no le den la importancia que se merece. La falta de tiempo y de concienciación hace que muchos opten por la comida basura, y se alimenten a veces en el trabajo a base de snacks poco saludables y golosinas varias, que les funcionan como sustentos energéticos momentáneos, pero que realmente no les alimentan como deberían. Por esto es importante seguir las siguientes recomendaciones:
A media mañana o media tarde, es mejor optar por una pieza de fruta, o sino, por un snack saludable como unas galletas integrales o de avena, barras de cereales o yogures descremados, entre otros.
Llevándote la comida de casa, ahorrarás dinero y evitarás las tentaciones de acabar comiendo comida rápida. Así, los menús caseros pueden incluir alimentos menos ricos en grasas y azúcares y optar por preparaciones más ricas en proteínas, como la carne, el pollo, el pavo, el jamón, el pescado, los huevos, un queso bajo en grasa, un yogur desnatado y frutos secos.
Un bocadillo también puede ser muy sano si se prepara, por ejemplo, con lechuga, huevo y atún. Intenta no acompañarlo con una bebida azucarada, como suelen hacer muchos, y bebe un buen vaso de agua.
Los expertos suelen recomendar beber 8 vasos de agua por día. Por este motivo, conviene siempre tener agua a mano, por lo que lo mejor es tener un vaso o botella bien visible en el escritorio.
Anima a los directivos de tu empresa a promover unos hábitos alimentarios saludables en el entorno de trabajo, sugiriéndoles que contraten algún servicio de alimentos saludables o que instalen un microondas, por ejemplo.
