El concepto de movilidad y transporte abarca tanto el movimiento de personas como de mercancías en todo tipo de vehículos. Estos vehículos generan gases de efecto invernadero, en su mayoría emisiones de CO2 coches, motivados por el proceso de combustión de los hidrocarburos, derivados del petróleo como la gasolina.
Los coches y camiones de transporte son los responsables de la mayoría de emisiones, que suponen un grave problema en la actualidad.
La problemática de las emisiones de CO2 coches en la UE
En Europa, la principal fuente de contaminación de las ciudades es la emisión de gases de efecto invernadero. De estas, la cuarta parte corresponde al uso de medios de transporte.
Mientras que hay sectores que llevan décadas tratando de reducir estas emisiones, el de la automoción no comenzó sino a finales de la primera década del siglo XXI. Concretamente en 2007, y los niveles registrados siguen estando por encima de los existentes en los 90.
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Dentro de la automoción, el transporte es el principal problema, con más del 70 % de emisiones de gases contaminantes.
A partir de julio de 2016 se sumaron medidas para reducir la huella de carbono, lo que afecta a la movilidad, sin que esto afecte de forma negativa a la competitividad de la Unión. Entre ellos, hay una normativa que regula las emisiones de CO2 en coches a partir de 2020, como implantar un sistema de etiquetado de eficiencia y emisiones.
Cómo se pueden reducir las emisiones de CO2 coches
Como ciudadanos y empresas responsables, se pueden poner en marcha una serie de acciones dirigidas a reducir la huella de carbono. Algunas más fáciles de realizar que otras:
En lugar de coger el coche para cualquier desplazamiento, se recomienda ir andando o en bicicleta. En muchas ciudades hay servicios de bicicletas públicas, con el fin de mejorar la movilidad.
También se puede hacer el trayecto en transporte público, o compartir vehículo en vez de entrar en la ciudad cada uno con un coche.
Cuando se programe un desplazamiento, se puede elaborar una ruta para aprovechar el viaje. Por ejemplo, ir al supermercado de camino a casa, tras la jornada laboral.
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Conducir de un modo eficiente
El modo en el que se conduce tiene mucho que ver con las emisiones de CO2 coche. Cuanto más agresiva sea la conducción, mayor consumo de combustible y por tanto mayor contaminación.
Para reducir las emisiones, es importante conducir de forma eficiente, accionando los pedales con suavidad y respetando el límite marcado para la vía, lo que además reducirá los gastos innecesarios.
Un mantenimiento adecuado hace que el motor funcione mejor y el consumo se ajuste. También ayuda usar ayudas a la conducción como el control de velocidad, si el coche lo lleva, para mantener una velocidad constante y ahorrar combustible.
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Apostar por vehículos más eficientes
Cuando llega el momento de comprar un nuevo vehículo, lo mejor es escoger un modelo que sea lo más eficiente posible. Algunos de los más recomendables son los coches eléctricos, híbridos o los de pila de hidrógeno.