¿Sabías que en 2030 el 75% del capital humano será millenial? Los millenial conforman una generación de jóvenes nacidos entre 1985-1995 con un aparato tecnológico en la mano, siendo ésta la futura generación de trabajadores de nuestro panorama laboral.
Ellos sacarán adelante las grandes empresas y harán evolucionar todas las formas conocidas de economía; merece la pena, pues, prestarles atención si queremos otear el horizonte de nuestros mercados. Con el objetivo de conocer mejor a estas futuras generaciones, se ha consolidado un nuevo pilar del marketing empresarial: el employer branding.
El employer branding es una forma de estrategia para retener el talento en nuestra empresa. Para que una persona con talento y potencial desee trabajar en nuestra empresa, ésta debe resultar atractiva como lugar de trabajo. En esto consiste la base del employer branding. Cuesta creer que en un mal período laboral las empresas hagan esfuerzos por atraer a futuros empleados con potencial, pero es una realidad.
El employer branding se construye sobre una buena de reputación. Nace de un plan de marketing para ganarnos buena fama. ¿Fama de qué? De “lugar interesante para trabajar en él”. Tan sencillo como esto, y a la vez tan complejo, frente a una joven generación altamente inconformista que sólo busca el placer inmediato, incluso en el trabajo.
Debemos pensar con qué valores vamos a seducir a nuestros potenciales empleados con talento. Se trata de retener a los mejores profesionales para que, con su talento y miras de futuro, posicionen nuestra empresa como la número uno en sectores aún por explotar y que en el futuro serán la base de la economía.
Este es el principal constructor de nuestra reputación. En este caso se trata de que personas preparadas y con potencial consideren que nuestra empresa es un buen lugar para trabajar y así lo hagan conocer a otras personas.
El employer branding se trata, en última instancia, de que organizaciones, fundaciones empresas de empleo y universidades reciban esta buena fama de nuestra parte y nos incluyan en sus programas o listas de empresas competitivas. Para ello, el primer paso es atraer empleados prometedores hasta nosotros. ¿Cómo conseguirlo?
Conviene transmitir, a los futuros empleados, valores y ofrecer experiencias enriquecedoras que se puedan vivir únicamente trabajando con nosotros.
El sueldo es la retribución por el trabajo desempeñado: una oferta justa, con perspectivas de crecer, fidelizará a nuestros futuros empleados, evitando que acepten una oferta de la competencia. Recordemos que se trata de retener el talento en nuestra empresa. Sin embargo, para los millenials el sueldo por sí mismo no aporta valor a su vida; aprecian el dinero, pero lo colocan en un segundo lugar.
El objetivo de esta generación, preparada y ambiciosa, es convertir su trabajo en su forma de vida. Por ello, sentirse realizados haciendo su trabajo será siempre su principal exigencia.
Los millenials cambian de trabajo cada 5 años: afirman necesitar saltar a algo más grande periódicamente. Fidelizarlos será nuestro principal objetivo. ¿Cómo? Ofreciéndoles espacio para vivir ese ansiado recorrido de auto superación y renovación personal dentro de nuestra misma empresa.
Los millenials rehúyen las formalidades: son desenfadados y directos, rechazando por encima de todo las jerarquías. Los ambientes de trabajo poco formales y personalizados son su ambiente ideal, convirtiendo una empresa en “un gran lugar para trabajar” (employer branding conseguido). Un excelente ejemplo son las oficinas de Google, diseñadas como un parque temático para sus trabajadores (favoreciendo sus experiencias en comunidad). No podemos predecir el futuro, pero sí leer señales del presente: los millenial presentan un perfil muy claro como personas y como empleados, y es por ello que las empresas más competitivas de todos los sectores se han volcado en investigar nuevas formas de atraer hacia si el talento y la imaginación de nuestros futuros líderes del mercado: los millenials. Post relacionados:
