El tiempo que se pasa en el trabajo como norma general es un tercio del día, y por ello una de las cuestiones más relevantes es cuidar de las condiciones en las que se desarrollan las tareas. De ahí que los expertos en salud y productividad estén de acuerdo en que es fundamental prestar atención a la ergonomía en el puesto de trabajo. A continuación veremos algunas razones por lo que es importante invertir en este factor.
La fuerza de trabajo de una empresa, sea cual sea el sector al que pertenezca, es uno de los recursos esenciales que tiene. Por eso hay que saber cuidarla adecuadamente, ya que un equipo de trabajo que se expone a condiciones negativas hace que aumenten problemas como el absentismo debido a bajas laborales.
Se calcula que la cuarta parte de los trabajadores han estado más de una semana ausentes debido a problemas de salud. Algo que se podía haber reducido con una buena ergonomía en el puesto de trabajo.
Aunque haya quienes piensen que sufrir dolor debido al trabajo es algo habitual, la realidad indica lo contrario. Es posible desarrollar una tarea sin padecer molestias, que por otra parte afectan directamente a la productividad de los trabajadores.
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Trabajar en condiciones saludables de ergonomía puede hacer que el rendimiento mejore de un modo importante.
No es un secreto que un trabajador motivado rinde mejor, y para ello se necesita tener un entorno de trabajo en el que sea más fácil concentrarse. Una mala ergonomía no favorece mantener la atención en el puesto de trabajo, por lo que los errores son más frecuentes, y con ello la desmotivación.
Un empleado concentrado, que desarrolle sus tareas dentro de un entorno agradable a nivel físico, tendrá más ganas de llegar a su puesto de trabajo y avanzar en cualquier proyecto en el que participe,
Según algunas encuestas elaboradas entre trabajadores de distintos sectores, 8 de cada 10 prefiere un puesto de trabajo cómodo a un mayor sueldo. Por lo que la ergonomía en el puesto de trabajo es fundamental si se quiere atraer y retener a los trabajadores y evitar la fuga de talentos.
Para que todos estos factores se implanten en la empresa, es importante mantener unas buenas prácticas de ergonomía, que no solo mejoran el rendimiento sino que convierten a la empresa en un espacio más dinámico, mejor preparado para afrontar los retos que hay ahora y en el futuro.
Cuanto mejores sean las condiciones de ergonomía, mayor protección de la salud de los trabajadores en cada uno de sus puestos. Y por ende, mejor será la productividad y eficacia de cada uno de ellos.
De modo que la ergonomía en el puesto de trabajo debe estar presente en los planes de empresa porque se trata de una cuestión de suma importancia, tanto de salud como a nivel corporativo.
