¿Quién no ha oído hablar de las estrategias de venta, de la promoción, la publicidad, y en general de lo que se conoce como marketing? El marketing, en resumidas cuentas, no es otra cosa que toda una serie de herramientas para mejorar la comercialización de un producto o de una marca. Y una de esas herramientas para las empresas muchas veces son los llamados eventos corporativos.
Ahora bien, os preguntaréis muchos, “¿y eso qué es?” Los eventos corporativos son toda una serie de actividades de ámbito profesional que organizan las empresas con un fin determinado que, siempre de un modo u otro, tiene que ver con vender su imagen. Pero no corramos: vayamos paso por paso.
Tres preguntas clave antes de empezar un evento
Hay tres preguntas clave que debemos hacernos antes de empezar a organizar un evento:
- ¿Cuál es el motivo o el objetivo? ¿Es una ocasión especial como un aniversario? ¿O es una excusa para vender un producto o conseguir algo?
- ¿Cuál es el público objetivo?
- ¿Cómo y dónde lo vas a hacer?
Los eventos pueden ser de muchos tipos y por motivos muy distintos: por el aniversario de la empresa, para dar a conocer un producto nuevo, para captar socios, etc. Estos eventos son muy útiles para captar y motivar a clientes nuevos o consagrar y fidelizar a los antiguos. La seriedad, profesionalidad y el compromiso son una de las facetas que más destacan a la hora de alcanzar los objetivos en el evento. Pero lo más importante de todo es cumplir con las expectativas de los clientes, e incluso de superarlas.
Nuestro público objetivo
Y aquí viene el segundo punto importante: ya sea que quieras vender algo o simplemente darte a conocer, es fundamental saber cuál es nuestro público objetivo. No es lo mismo hacer un evento para empresarios que para usuarios. Así pues, plantéate de entrada estas preguntas respecto a los asistentes al acto:
- ¿Qué esperan?
- ¿Cuáles son sus expectativas?
- ¿Qué está haciendo la competencia para contentarles?
Todo cambiará dependiendo de a quién te vayas a dirigir: cambiará lo que harás, y el cómo lo harás.
Dónde y cómo llevarlo a cabo
Una vez que tengas estos dos aspectos claros, el público y el motivo, queda el punto tres: el cómo llevarlo a cabo. Según cuál sea tu público objetivo, la zona y el espacio donde realizar el evento es muy importante. Si está enfocado a empresarios, no es muy apropiado hacerlo en un barrio o zona medio baja. ¿Es un team building? ¿Es un seminario? ¿Una propuesta de renovación de marca? Una vez que lo sepas, junto a los otros dos puntos clave, será el momento que decidas otras cuestiones extra: el lenguaje que usarás, si añadirás toques de humor en tus palabras, la vestimenta, si pondrás diapositivas en un proyector o pasarás folletos a los asistentes, etc. Y por último, y esto es lo más imprescindible de todo, si está dirigido a gente de fuera de la empresa, anúncialo bien. Las redes sociales te podrán ayudar mucho en esto. Incluso dependiendo del grado de importancia del evento, podrás contar también con la prensa. En definitiva: planéalo todo bien, que ningún cabo quede suelto, y luego actúa. Si usas bien el marketing, el éxito estará asegurado. Post relacionados: