Filtros que no pasan de todo


agua filtradaLa filtración es un proceso artificial por el que las partículas sólidas contenidas en un fluido, como el agua en el caso que nos ocupa, se aíslan mediante un sistema filtrante, es decir, un filtro.

Según su aplicación, la filtración se aplica para retener el líquido y aislarlo, mientras que en otros casos, se utiliza para retener las partículas contenidas en el fluido que pueden resultar nocivas para la salud. Este último es la aplicación más común para la filtración de las aguas para el consumo humano.

El hombre ha utilizado filtros con el fin de conseguir un agua más pura ya desde la Antigüedad. Los primeros filtros consistían en una serie de agujeros anejos a depósitos de aguas turbias. Para tomar esta agua poco potable, el hombre dejaba que el agua turbia pasara por filtración a través de la tierra hasta el pozo vacío de agua que se llenaba con agua limpia, ya filtrada.

En la actualidad, los filtros para fluidos mucho bastante más sofisticados y, por lo tanto, también resultan mucho más eficaces, de forma que garantizan un filtrado absolutos o casi absoluto de lo fluidos y ofrecen un agua pura y limpia.

En un sistema de filtrado, intervienen varias partes diferenciadas: está formado por un medio filtrante, por ejemplo una membrana en los casos de la ósmosis inversa, y por un fluido con las partículas en suspensión que hay que eliminar; además, debe haber una la acción de una fuerza obliga al fluido a desplazarse por el dispositivo filtrante para ejercer su acción, por lo que hay un dispositivo mecánico que permite la eficacia del filtrado y la aplicación de la fuerza descrita.

Estos dispositivos forman parte de los sistemas de dispensación de agua que filtran el agua de abastecimiento general.

Las fuentes de agua en la oficina ofrecen agua filtrada a través de un mecanismo como el citado más arriba.

Imagen cortesía de Paul

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