Históricamente, se ha entendido la gestión del talento humano como una función propia de los mandos, tanto de los directivos como de los mandos intermedios. Sin embargo, la visión más actual entiende la gestión del potencial humano de las empresas como una actividad que requiere del compromiso y participación activa de todos los trabajadores de la empresa.
La importancia de fomentar la relación de directivos y trabajadores
En las empresas donde existe una relación jerárquica muy marcada y tradicional se acaban produciendo constantes roces y enfrentamientos entre superiores y empleados, la comunicación no fluye como debería y los objetivos no se perciben como metas colectivas, sino como logros de carácter individual. Este tipo de situaciones son muy negativas y acaban volviéndose en contra de la rentabilidad y la productividad de las organizaciones. De poco sirve que los los directivos y mandos intermedios realicen un gran esfuerzo por reclutar profesionales con la formación y experiencia que necesita la empresa, si luego esta persona no está lo suficientemente identificada con la organización para la que trabaja. La motivación y el buen ambiente laboral son dos aspectos no ya deseables sino totalmente necesarios para que una empresa consiga los objetivos propuestos en cuanto a calidad, eficacia, rentabilidad y productividad. Una óptima gestión del talento humano implica tomar las medidas necesarias para incentivar adecuadamente a los trabajadores, lograr su fidelidad y compromiso y facilitar la consecución de un buen ambiente laboral.
Por desgracia, un error muy corriente es identificar la motivación de los empleados exclusivamente con la recompensa económica, olvidando otras cuestiones muy importantes como: los deseos de autorrealización personal de los empleados, el reconocimiento de su trabajo y la satisfacción de sus necesidades en formación, seguridad y salud laboral.
El extraordinario valor de los detalles
Además de la puesta en marcha de políticas de incentivos y de gestión de salud y riesgos laborales eficaces, bien planificadas y con los medios adecuados, el bienestar de los trabajadores de cualquier empresa se logra también con los pequeños detalles del tipo:
- Habilitar una sala de descanso u office con lo necesario para desconectar unos minutos o hacer un break para tomar aire en momentos de mucho estrés y abundante carga de trabajo: un sofá o unas sillas cómodas para charlar, una máquina de buen café o una fuente con agua fresca y de calidad es suficiente.
La participación activa de los trabajadores en la toma de decisiones, la organización de actividades y el diseño de los procesos de trabajo sigue siendo la asignatura pendiente de muchas empresas, lo que muchas veces impide a las organizaciones dar ese salto de calidad imprescindible para el éxito, y a veces la propia supervivencia, en un entorno empresarial cada vez más competitivo y globalizado.