El agua es un líquido esencial para el organismo que, además de ingerirse sola, también tiene distintas aplicaciones terapéuticas si se asocia a otros elementos, como ocurre con la homeopatía. La homeopatía es una técnica terapéutica cada vez más aplicada en Occidente como terapia de medicina alternativa. La homeopatía consiste en la ingesta de un compuesto disuelto al organismo, siempre diluido en una proporción bastante elevada de agua. El objetivo de esta práctica es hacer que el organismo reaccione frente a este compuesto y active su sistema de defensas de forma natural. En la práctica, dicha disolución se hace con compuestos en cantidades tan pequeñas que la gran mayoría de la sustancia homeopática es solo agua. 
Los defensores de la homeopatía hablan del agua en su función como fluido homeopático asociado al valor del recuerdo. Una de las propiedades del agua podría ser su supuesto efecto memoria. Según los defensores de esta teoría, las moléculas de agua tendrían la capacidad de "recordar" las sustancias en las que fueron disueltas y, por tanto, incrementarían la proporción de sus efectos, con independencia de la cantidad de sustancia incluida en la solución. Así, el agua se comportaría en la práctica como la misma solución y tendría un efecto multiplicador. Asimismo, según Madeleine Enis, profesora de Farmacia de la Universidad de Queen, el efecto memoria que sostienen algunos homeópatas podría ser real, aunque los experimentos con los que se fundamenta no tienen ninguna base científica. Enis desarrolló un experimento al respecto que permitió corroborar la tesis de los seguidores de la homeopatía, pero, de cualquier forma, no se trata de un argumento definitivo, aunque aumenta el valor de este posible efecto memoria del agua. En cualquier caso, el agua que ofrecen las fuente de agua como las que se instalan en las oficinas, está llena de sorpresas y también de beneficios para la salud y el bienestar de los consumidores, además de tener unos posibles efectos secundarios realmente beneficiosos.
