El estómago te empieza a hacer un ruidito extraño y parece que te empiezan a faltar las fuerzas, es posible que también te cueste concentrarte en el trabajo… está claro que necesitas comer algo. Pero miras el reloj y sólo son las 11 o 12 de la mañana, hace ya tiempo que has desayunado pero aún te queda bastante para tu hora de comer. Está claro que necesitas un tentempié.
Lo de picar entre horas no está muy bien visto porque, normalmente, recurrimos a la bollería, a un pequeño bocadillo de embutido o al clásico pincho de tortilla. Y lo cierto es que todo eso está muy bien para tomarlo de vez en cuando, pero no se debe convertir en norma, puesto que puede estropear una dieta que, por otro lado, seguramente está equilibrada y con el número adecuado de calorías para mantener nuestro peso dentro de los parámetros normales.
En realidad existen muchas alternativas de tentempiés que pueden ser muy saludables, ayudando no solo a matar el gusanillo, sino también a complementar nuestra dieta con alimentos con un alto nivel nutricional.
La falta de alimentos o de líquidos, aun en unos niveles bajos, puede provocar problemas de rendimiento en la oficina o cualquier otro trabajo. La sensación de hambre o sed, o una mínima deshidratación, es muy fácil que provoque malestar, dolores de cabeza y pérdidas de concentración. En definitiva, el bienestar del trabajador se resiente y, en consecuencia, su rendimiento baja.
Por lo tanto, es importante que los empleados de nuestra empresa o pequeño negocio estén siempre en unas condiciones óptimas para dar lo mejor de sí mismos. Y una forma sencilla de lograrlo es poniéndoles los medios necesarios para que siempre que lo necesiten puedan hidratarse o tomarse un saludable tentempié.
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