El vapor de agua es uno de los estados en los que se encuentra el agua en nuestro planeta. Para que esto se produzca, y el agua pase de su estado convencional, el líquido, al gaseoso que es el vapor, tiene que darse un fenómeno denominado punto de ebullición.
El punto de ebullición del agua es de 100 ºC. Esto significa que cuando el agua se calienta hasta los cien grados centígrados, empieza a hervir. Al hacerlo, una parte del agua pasa de estado líquido a gaseoso, y se convierte en el vapor, que se dispersa en la atmósfera.
No obstante, para convertir en vapor agua no hace falta llegar hasta la ebullición. Dependiendo de las condiciones en las que se encuentra, puede aparecer a otras temperaturas. Veamos de forma más extensa qué es el vapor de agua y qué tipos de vapor hay, entre otros detalles.
Como hemos comentado, a menudo se produce vapor de agua hirviendo este líquido hasta alcanzar su temperatura de ebullición. En ese momento se produce un cambio en las moléculas del agua, formadas por dos átomos de hidrógeno y uno de oxígeno, que al liberarse cambian de estado líquido a gaseoso.
Este vapor de agua se puede detectar de manera visible. Basta con poner una cacerola al fuego y ver cómo una parte de esta comienza a elevarse en forma de suave corriente. Ese es el vapor de agua.
En la naturaleza podemos encontrar vapor de agua en fuentes termales, como pozos y manantiales, en los que el agua puede estar a temperaturas diferentes a los 100 grados, pero se observa cómo el vapor asciende y se funde con la atmósfera.
A la práctica, no es necesario tanta temperatura para generar vapor de agua, ya que un descenso de la temperatura ambiental, por ejemplo, puede hacer que se observe la generación de vapor.
Por ejemplo, nuestro organismo genera vapor de agua cuando exhalamos, y un descenso de la temperatura exterior hace que se vea. En realidad, la temperatura del cuerpo no supera los 37 grados, pero el agua que expulsamos al respirar se puede ver en forma de vapor un día frío.
Lo mismo ocurre con el agua de la ducha. Cuando sale caliente, desprende vapor de agua en grandes cantidades. Este vapor se hace visible porque empaña cristales y espejos, aunque en realidad no sale a 100 grados.
De modo que podemos decir que hay una serie de condiciones físicas que hacen que el vapor de agua sea o no visible, y que aparezca a diferentes temperaturas:
Humedad ambiental
Temperatura del entorno
Condiciones meteorológicas (como el viento)
Cuando hablamos del vapor, en realidad podemos distinguir entre dos tipos:
Vapor de agua húmedo, en el que parte de las moléculas han perdido el calor y se condensan, formando pequeñas gotitas.
El vapor seco, cuando todas las moléculas continúan en estado gaseoso debido a que la temperatura se mantiene.
Estos dos tipos de vapor pueden aparecer casi a la vez. Pongamos un ejemplo:
Cuando vas a preparar un té o una infusión, lo normal es poner agua a calentar en una tetera o una cacerola. También puedes hacerlo abriendo el grifo de una fuente de agua que tenga función de agua caliente.
Al llegar a la temperatura de hervir el agua sale y forma en parte una pequeña nube de vapor, que al elevarse y perder temperatura hace que empiecen a formarse gotitas. El vapor que hay cerca del agua hirviendo es vapor seco, y se convierte en vapor húmedo poco a poco.
El agua de las fuentes que se instalan en las oficinas casi siempre sale a temperatura ambiente, aunque algunos dispositivos incluyen sistemas de refrigeración, de forma que el agua también se puede consumir más fría, calmando la sed en momento de calor.
El fenómeno del vapor de agua solo se detectará si se toma agua de fuentes que disponen de sistemas calentadores, que ofrecen agua caliente.
En cualquier caso, el vapor de agua que puede desprenderse de estas fuentes será más visible cuando la oficina está cerrada y hay mayor número de trabajadores. También cuando el aire. Acondicionado está apagado y la tasa de humedad debido a la respiración de estos es más elevada.
