Se trata de un divertido juego para que sirve para poner a prueba las habilidades de comunicación de un equipo de trabajo. El funcionamiento es sencillo: un miembro del grupo realiza un dibujo oculto para los demás (se puede arrancar con figuras geométricas o simples líneas). A continuación, esta persona intenta dar instrucciones al resto para que lo reproduzcan en sus papeles, por ejempo: «dibujar un círculo apaisado en la parte inferior del folio». Al finalizar,
se compara el original con las reproducciones realizadas. Por lo general, las diferencias entre las distintas versiones suelen ser grandes, lo que invita a la
reflexión sobre las necesidad de mejorar las habilidades comunicativas, es decir, sobre la manera de dar instrucciones, escucharlas e interpretarlas. En otras versiones del juego un poco más complejas,
se reemplaza el dibujo por una construcción con bloques (tipo Tente o Lego), que se arman dentro de cajas para mantenerlos fuera de la vista de los demás.
2) Emociones en marcha
Uno de los miembros del equipo adopta el rol de un cliente que se acerca a la empresa con una queja en una situación emocional muy marcada: enojo, tristeza, entusiasmo, etc. El resto de participantes debe actuar para entenderlo y guiarlo hacia un objetivo, por ejemplo, realizar una compra. Lo que se persigue con esta dinámica de grupo es entrenar la percepción y la gestión de emociones en el entorno laboral.
3) Colaboración digital
Es una actividad muy interesante en el contexto actual, tan marcado por el uso de Internet y en entorno digital. El grupo debe crear un blog, wiki o página colaborativa con un propósito concreto: por ejemplo, diseñar un folleto publicitario para los clientes. La condición clave es que a los miembros del grupo únicamente se les permite comunicarse por correo electrónico o chat. Esto posibilita entrenar las habilidades de interacción digital y detectar las dificultades para una comunicación efectiva en este entorno.
4) El equipo ideal
Otro juego tan sencillo como útil. Cada participante debe escribir cinco fortalezas individuales en unas tarjetas y cinco características de las personas con quienes trabaja bien en equipo en tarjetas de diferentes tipos. Luego se mezclan las tarjetas de todos y se analiza y compara el «equipo real» frente al «equipo ideal». Se trata de un ejercicio que permite reflexionar sobre fortalezas y debilidades de los individuos y la necesidad de unirse en equipo para potenciar recursos.
5) Los gustos
Esta actividad es sólo una mera excusa para trabajar la cohesión dentro del grupo y la cooperación de forma natural. Sirve para romper el hielo entre personas tímidas o que trabajan en un ambiente frío, con escasa comunicación. Los participantes deben elegir cosas que les gustan, por ejemplo sus películas favoritas, y compartirlas con el resto para generar un debate en el que polemizar e incluso discutir, abandonando lo que se conoce como «zona de confort conversacional». Post relacionados: