La era de la información ha provocado una necesidad de renovación de nuestros modelos organizativos y de retribución laboral. La revolución de las tecnologías ha acelerado los cambios socio-culturales y laborales a un ritmo mayor del que somos capaces de asumir; por ello, las empresas deben re plantearse sus formas de valoración de puestos de trabajo.
El mercado laboral demanda un modelo organizativo más flexible, ya que la adaptabilidad es un valor en alza en nuestros tiempos, debido al panorama cambiante en que vivimos.
Te contamos en qué consisten las nuevas formas de valoración de puestos de trabajo, y que propuestas se han realizado en el ámbito de los recursos humanos para los próximos años.
Extinción de un modelo rígido
La rigidez de las formas tradicionales de valoración de puestos de trabajo se muestra incompatible con un nuevo sistema que piensa en competencias antes que en puestos de trabajo. Se propone abandonar conceptos como “puesto de trabajo” para pensar en “equipo”, en “objetivos” y en “competencias”, por lo cual es necesario re plantear el sistema organizativo. Se verán igualmente afectadas la relación entre empleador y empleado, la jornada laboral y el sistema de retribución salarial. Se trata de ganar flexibilidad y adaptabilidad en un entorno lleno de posibilidades.
Adaptabilidad
Las organizaciones operan en un escenario complejo, cambiante y lleno de incertidumbre, en el que la revolución de las tecnologías de la información es el principal causante, además de la globalización de la economía. Se están debatiendo nuevos modelos de valoración de puestos de trabajo, recordando que conviene no abandonar las formas tradicionales, que, a pesar de los cambios, seguirán complementando positivamente a los nuevos modelos. Conozcamos estas nuevas propuestas.
Contexto: protagonismo de los medios telemáticos
En líneas generales, estamos presenciando el diseño de nuevas estructuras organizativas más des centralizadas. Éstas tienden a aplanarse, y los sistemas de información y tele comunicaciones asumen la mayor parte de las funciones de coordinación y control- que antes realizaban mandos intermedios-ya que permiten a la alta dirección conocer mejor lo que sucede a nivel operativo.
Valoración por competencias: polivalencia y trabajo en equipo
El nuevo modelo organizativo focaliza su atención en competencias y objetivos, más allá de los tradicionales puestos de trabajo, los límites de los cuales pierden nitidez. Estamos viviendo una introducción generalizada del trabajo en equipo, cada vez más valorados en las nuevas estructuras organizativas, a la vez que una creciente necesidad de polivalencia individual. El empleado debe ser capaz de desempeñar diversas funciones y roles dentro de una misma empresa, según las necesidades de cada una de ellas.
Empleados autónomos: economía de la información
Las nuevas organizaciones, especialmente las relacionadas con la economía de conocimiento o nueva economía, requieren trabajadores más cualificados y más autónomos. Deben contar con un nuevo conjunto de capacidades, mayores competencias tecnológicas y gran capacidad de adaptación a la complejidad y gran velocidad de cambio del entorno laboral.
Impacto en las políticas retributivas
Las nuevas formas de valoración de puestos de trabajo tienen un impacto directo en las políticas retributivas y de fijación de salarios. El enfoque funcional pierde protagonismo y da paso a un enfoque polivalente, en el que el empleado aporta su personalidad y capacidades en un panorama que valora muy positivamente la capacidad de mejora continua. Los modelos enfocados a la reingeniería y a las competencias producirán un profundo impacto en las formas de retribución del valor de un trabajo. Esto dará pie a una nueva gestión de recursos humanos: la atención de la empresa está dejando de centrarse en la presencia física y el control para fijarse en los resultados organizativos de empresas virtuales. Goza de aceptación un nuevo procedimiento de valoración que resta importancia a las características del puesto de trabajo, pensando en objetivos. Asimismo, se propone que el proceso de valoración se telemático a través de un ordenador que pondere los distintos valores requeridos, reduciendo cuestiones minoritarias y centrándose en ponderar competencias. Las tecnologías de la información demandan nuevas formas de valoración de puestos de trabajo, aún sin definir; sin embargo, se puesta por un sistema telemático más imparcial y simplificado respecto a los modelos tradicionales, centrado en competencias y objetivos. Post relacionados: