Entendiendo por motivación la predisposición positiva de los trabajadores para realizar la tarea que tienen encomendada, está claro que cada día es más necesario tener una plantilla competitiva y motivada, a pesar de que cada vez resulte más complicado debido a prolongada crisis económica en la que estamos sometidos.
En cualquier caso, dada la complicada situación que se vive a nivel laboral, sobre todo en España, resulta cada vez más importante que los trabajadores lleguen al trabajo y se sientan motivados y con ganas de trabajar.
En la actualidad, el dinero ya no es lo más importante. Aunque sea el principal motivo por el que se trabaja y sea la fuente con la que se cubren las principales necesidades de consumo, el dinero cubre también la necesidad de estatus. En este sentido, para que el dinero resulte motivador, el trabajador tiene que percibir que la empresa es consciente de su esfuerzo en el trabajo, que este se le reconoce y, por lo tanto, se le paga para compensar su esfuerzo. El salario es quizá la principal herramienta para motivar a un empleado, aunque no es el único, ni mucho menos.
Hay otros 4 factores clave para conseguir empleados motivados:
1. El buen trato laboral. Está comprobado que cuando los trabajadores desarrollan su trabajo en un clima laboral favorable, comunicativo y potenciador de las relaciones humanas, se sienten más integrados con la empresa, trabajan con mayor motivación y, por tanto, acaban siendo más productivos.
2. Las expectativas de futuro. Son esenciales para motivar a los empleados. Cuando el trabajador es consciente de que tiene posibilidades de mejorar o de ascender en su puesto de trabajo, sus esfuerzos y su motivación aumentan incluso de forma inconsciente, ya que sus esfuerzos pueden tener algún tipo de repercusión profesional que mejore su posición dentro la empresa.
3. El reconocimiento del trabajo. Los empresarios deben tener en cuenta el esfuerzo que hace cada trabajador en su puesto de trabajo, independientemente de la posición que ocupe, y ser consciente que detrás de su nómina y de su función dentro de la empresa, hay una persona. Por esto, es necesario reconocérselo y, a ser posible, recompensárselo de alguna manera.
4. Colaboración en el trabajo. Es importante hacer partícipes a los trabajadores de los problemas de la empresa, así como aprender a otorgarles tareas de responsabilidad y a delegar funciones cuando sea necesario. De esta forma, los trabajadores se sienten parte de la organización y son conscientes de la importancia de sus funciones, que pueden ser cruciales o imprescindibles para el correcto funcionamiento de esta.
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