Minerales y tratadas, aguas para el diccionario


La terminología que se aplica a las denominaciones de las aguas de consumo humano es muy variada y, en ocasiones, se utilizan calificativos y términos afines que engloban tipos de aguas que no son de consumo humano.

Cada una de estas denominaciones, tiene una razón de sí y representa las características concretas de cada tipo de agua, por lo que es importante distinguir sus significados.

El agua mineral corresponde a un tipo de agua que contiene minerales, y que tiene una mineralización adecuada. En realidad, la base de la composición del agua es la mineral, por lo que todas las aguas podrían considerarse aguas minerales, evidentemente, salvo las aguas desmineralizadas, como las aguas destiladas que se utilizan para hacer funcionar baterías, planchas y otros equipos electrodomésticos y que evitan la corrosión ocasionada por algunos minerales presentes en el agua mineral.

Por agua mineral se entiende también aquella que procede de las fuentes naturales, es decir, de los manantiales, y por extensión, también se incluyen en esta denominación las que proceden de estas fuentes naturales pero que han sido tratadas para conseguir una mejor calidad del agua y poderla beber con mayor seguridad. En definitiva, estas aguas pueden someterse a un proceso de filtración y purificación que las libere de cualquier agente patógeno nocivo o de la presencia de microorganismos y de componentes minerales o inertes incompatibles con la salud y el bienestar del hombre.

La denominación de agua tratada correspondería a las aguas que han sido transformadas en aguas potabilizadas, adaptando su composición a los requerimientos sanitarios y a las propias necesidades humanas.

Un claro ejemplo de aguas tratadas para el consumo humano son las que proceden de ciertas plantas desalinizadoras de agua de mar. Se trata de unas aguas que han sido sometidas a un proceso denominado de ósmosis inversa que las libra de los excesos de sales minerales y las purifica para que sean más aptas para el consumo.

En cualquier caso, el agua tratada también puede no ser potable o no estar recomendada para ser bebida, por lo que hay aguas tratadas que pueden distribuirse por circuitos que no llegan directamente al consumo humano.

En cualquier caso, las empresas distribuidoras de fuentes agua, como las que instalan en las oficinas y centros de trabajo, ofrecen siempre un agua para beber sin ningún elemento nocivo y con todas las garantías de seguridad y calidad.

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