Ya sabemos que las cenas deben ser ligeras, con el fin de evitar digestiones pesadas que impidan o dificulten conciliar el sueño. Pero, especialmente en los niños y niñas por estar en edad de crecimiento, además de livianas las cenas deben ser lo suficientemente nutritivas.
¿Qué características debe tener una cena óptima para los niños?
A la hora de planificar la cena para los niños hay que tener en cuenta diversos factores, como lo que han comido durante el día para, en el caso de que por la razón que sea se detecte un déficit de algún alimento importante, poder introducirlo en esta última comida del día.
También hay que tener en cuenta que los niños gastan, durante el día, una gran cantidad de energía, por lo que la cena debe tener un alto valor nutritivo para que les ayude a reponer fuerzas durante la noche. En caso contrario, al día siguiente no podrán rendir al máximo nivel en sus estudios, actividades deportivas y juegos.
Además, la cena tiene un componente de unión familiar. Cenar todos juntos, siempre que sea posible, es una costumbre muy recomendable para estrechar los lazos familiares. No hay duda de que la cena es un momento idóneo para hablar con nuestros hijos de sus preocupaciones, motivaciones y de su marcha escolar.
Dicho esto, las principales claves de una cena son:
- Tener en cuenta los alimentos ingeridos durante el día con el objetivo de complementar una dieta equilibrada y saludable durante la cena.
- La cena debe ser liviana, compuesta de cantidades no excesivas de cada alimento.
- Evitar las cenas abundantes o con demasiadas calorías para garantizar un correcto descanso durante la noche y prevenir el sobrepeso.
- Los primeros platos de la cena deben, por norma general, incluir verduras, ya sean crudas y/o cocinadas.
- Si durante el día el niño no ha comido demasiados hidratos, a la hora de cenar puede tomar pasta o arroz (siempre en cantidades moderadas).
- Los segundo platos, además de no muy abundantes, no tienen que estar compuestos por alimentos muy grasos.
- En lo que se refiere a los postres, lo recomendable es tomar algo ligero, por ejemplo frutas frescas o algún lácteo.
7 cenas sabrosas y saludables para los niños
- Hamburguesas de jamón y fresas para el postre. Un plato ligero y muy nutritivo por la mezcla de la carne (mejor de pollo o ternera), con jamón y el huevo con el que se suele preparar las hamburguesas. También se le puede añadir alimentos verdes, como lechuga o tomate. Como complemento ideal para esta cena hemos elegido unas fresas, por ser una fruta con un gran poder para potenciar el sistema inmunitario y reparar los tejidos.
- Coles de bruselas con arándanos. A los niños no les suele gustar demasiado las verduras, pero preparadas con arándanos (se puede añadir también un poco de miel) se consigue un sabor, una textura y una presentación diferentes que transforman los alimentos verdes en más apetitosos.
- Brochetas de verduras. En forma de brochetas, las verduras se convierten en un plato más atrayente para los niños, ya que se mezclan sabores y colores, configurando así un plato muy vistoso y agradable, además de nutritivo y ligero.
- Croquetas de atún. La mayoría de niños suelen ser más de carne que de pescado. Pero las croquetas les encantan a prácticamente todos. Por eso, esta forma de preparar el pescado suele tener un gran éxito entre los más pequeños. El atún es un alimento completísimo que aporta muchos beneficios para la salud por su alto contenido en ácidos grasos y omega-3.
- Revuelto de verduras y fruta de postre. Los revueltos son una buena alternativa para la cena, ya que se pueden preparar con muchos ingredientes y, en todos los casos, aportan la proteína del huevo, fundamental para el crecimiento y desarrollo de los músculos y huesos de los niños. Un ejemplo es hacer una revuelto de espinacas, que por su gran aporte de hierro y fibra es muy bueno para prevenir la anemia. Un pieza de fruta (manzana, pera, plátano...) puede ser el complemento ideal para esta cena.
- Ensalada variada. Si se le añaden ingredientes suficientes y variados, una buena ensalada puede tomarse por la noche hasta como plato único. Además de lechuga, tomate o atún, se le puede poner embutidos, beicon o pechuga de pollo. A modo de premio, tras la ensalada el niño puede tomar un postre que le guste mucho, como una copa de helado o de chocolate.
- Pechuga de pollo a la plancha y puré de patatas. Este plato posee todas las características de una cena completa y nutritiva y además es muy fácil de preparar. Contiene hidratos y proteínas y, si la cantidad de puré no es excesiva, se trata de un plato ligero y fácil de digerir.
Tanto en la cena como en el resto de comidas es importante introducir hábitos correctos de alimentación en los niños. La alimentación debe ser equilibrada, nutritiva y variada. Con el aporte de todos los macro y micro nutrientes necesarios y tratando de evitar, o comer lo menos posible, las grasas saturadas y los azúcares refinados, alimentos que tomados en exceso pueden provocar sobrepeso y hasta enfermedades importantes como la diabetes o diversas patologías cardiovasculares.
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