La osmosis doméstica constituye la fórmula de purificación de agua residencial más económica, sencilla, pero eficiente que las familias puede tener a su disposición en sus hogares con el fin de mejorar la calidad del agua que beben directamente de la red de abasto público.
Se trata de un sistema que aprovecha los beneficios de la ósmosis inversa y que utiliza dobles filtros, un primer filtro con membrana y un segundo filtro con un dispositivo de carbón activado, que completa la eficiencia del sistema.
Estos sistemas de osmosis inversa que pueden aplicarse, además de en los centros de trabajo, en los hogares, resultan muy beneficiosos, sobre todo en un país como España, en el que la calidad del agua en algunas regiones resulta tan precaria, que el consumo directo del agua del grifo sería inviable.
En estos puntos problemáticos de la geografía española en cuanto a la calidad del agua, hay que optar por la compra de agua embotellada, que las familias utilizan no solo para hidratarse sino también para preparar las comidas y, en muchos casos, incluso para regar las plantas de sus tiestos y jardines.
Este gasto supone un gran desembolso para muchas familias y, por esa razón, la osmosis doméstica constituye la mejor solución para el abastecimiento de agua residencial, con el fin de que las familias tomen un agua con todas las garantías.