Ósmosis inversa, filtraciones naturales invertidas


La osmosis inversa es un mecanismo no natural y forzado que reproduce el sistema de osmosis natural presente en la naturaleza, un mecanismo químico esencial para la integridad celular, que funciona en el interior de las células de los seres vivos a partir de la trasposición de la superficie de la membrana que las envuelve.

En las células, el agua, o el agua que forma parte de diferentes fluidos, se convierte en el medio precursor para trasladar de un lugar a otro (de dentro a fuera de las células y viceversa, a través de una membrana) los componentes químicos disueltos en ella, para que las células de los seres vivos puedan cumplir con sus funciones básicas.

En el caso de la ósmosis natural, por lo tanto, los agentes químicos traspasan las barreras de las membranas, mientras que en la osmosis inversa, forzada y no natural, las membranas son el medio necesario para favorecer el traspaso del agua, pero del mismo modo también confieren un aislamiento de los elementos que se quieren erradicar, ya sean componentes químicos o partículas no deseadas, como bacterias y otros agentes patógenos.

Este sistema de osmosis inversa constituye del mecanismo de filtrado de las fuentes de agua, como las que se instalan en los centros de trabajo y que se utilizan para hidratar a los trabajadores.

La osmosis inversa fue aplicada por primera vez por Sydney Loeb y Srinivasa Sourirajan, dos estudiantes de la Universidad norteamericana de UCLA en el año 1960, que estudiaban una forma barata y eficiente de filtrar el agua. Ambos diseñaron un filtro de celulosa (una estructura asimétrica) que resultó ser mejor que la opción, patentada anteriormente por los profesores Reid y Brenton.

Sin embargo, otros autores, que han estudiado esta particular historia de la tecnología, hablan del profesor Jacobus Henricus Vant't Hoff como el verdadero padre de la osmosis inversa tal y como se conoce y se aplicamos en la actualidad en las fuentes de agua.

Independientemente de sus creadores o descubridores, lo más importante es que el procedimiento constituye uno de los recursos más adecuados para mejorar la calidad de las aguas de consumo humano.