¿Qué es la productividad global de una pyme?

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La productividad global es un concepto cada vez más utilizado por las empresas, en principio por las de mayor tamaño aunque cada vez más también por las pymes, que se basa en el control de todos aquellos factores y elementos que influyen en las organizaciones con el fin de mejorar la productividad.

Cómo podemos incrementar la productividad global de nuestra pyme

Como hemos visto, en la productividad global de una pyme intervienen todos los factores con un peso específico en su procesos productivos y de rentabilidad. En consecuencia, para mejorar este tipo de productividad no es suficiente con actuar sobre algún factor empresarial,sino que hay que optimizar todos los aspectos de cierta importancia de la compañía.

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Algunos claves para lograr unos mejores números en los que a productividad global se refiere serían:

Lograr un buen ambiente laboral.
Configurar unas plantillas de empleados que estén suficientemente motivados, con la formación y las competencias adecuadas y con una potente identificación y sentido de pertenencia a la empresa.
Otro aspecto importante es la modernización e innovación de los procesos productivos y organizacionales, siguiendo criterios de mejora continua.
Una cuestión básica para conseguir la mejor productividad posible es gestionar los tiempos de una forma óptica y eficaz. Para conseguirlo, se tienen que priorizar y delegar tareas correctamente, así como planificar muy bien las funciones a realizar, tanto a corto como a medio y largo plazo, y asignarles unos profesionales y unos tiempos bien determinados y realistas, teniendo en cuenta posibles complicaciones que puedan alargar estas previsiones.

Cómo se mide la productividad global

A grosso modo, el índice de productividad global es el resultado de dividir la producción obtenida entre los factores utilizados. La fórmula por tanto sería esta: Productividad Global = Producción obtenida / Factores utilizados Lo que ocurre es que en la práctica la medición de la productividad global es complicada, ya que entran en juego muchos factores, algunos de ellos de carácter intangible y con unas unidades de medición muchas veces heterogéneas. Tratar de poner estos datos, procedentes de elementos muy diversos, en común es complejo y requiere un notable esfuerzo. Pero no cabe duda que vale la pena, puesto que el análisis de unos datos de productividad global de nuestra pyme objetivos y fiables nos va a permitir, entre otras cosas:

Disponer de una completa visión del estado actual de nuestro negocio.
Detectar áreas de mejora y errores a corregir.
Tomar las mejores decisiones en cuanto a organización de los trabajadores y mejora de los circuitos productivos.

La productividad global es, por lo tanto, un indicador básico no solo para conocer la marcha actual de la empresa, sino también para realizar predicciones de futuro. Esta última cuestión, en un entorno tan competitivo y a veces económicamente convulso como el actual, está tomando una importancia básica para la supervivencia de cualquier negocio. La cuestión es que si conocemos los diferentes escenarios con los que nos podemos topar en el futuro, estaremos más preparados para cubrirnos ante posibles eventualidades, teniendo siempre un plan B para corregir los desajustes que se puedan producir entre los resultados esperados y los realmente conseguidos por nuestra pyme. Post relacionados: