De todos es sabido que la medicina ha hecho grandes avances y que el progreso científico nos permite llevar una vida mucho más longeva y segura. Sin embargo, ¿es éste el único tipo de salud del que debemos ocuparnos en nuestro día a día?
Tal vez nunca hayas oído hablar del término salud integral, pero seguro que sabes lo que es: la salud integral es el compendio de nuestra salud física, nuestra salud mental y nuestra salud anímica.
La OMS (Organización Mundial de la Salud) creó este término haciendo referencia a la totalidad del bienestar del ser humano. Las personas estamos cada vez más concienciadas de la importancia de cuidarnos y de preservar nuestro bienestar por encima de todas las cosas; por ello, nuestra sociedad se ha volcado en explorar métodos y rutinas que nos ayuden a llevar una vida sana; prueba de ello es nuestro creciente interés por las recetas sanas (¡incluso la alimentación en tupper se ha unido a esta tendencia!), la búsqueda de rutinas de ejercicio en Internet, o el gran éxito de los libros de auto ayuda.
La salud integral es básica para poder llevar una vida plena. Conozcamos las tres vías existentes para cuidar y mejorar nuestra salud.
1) Salud física
Buscar orientación en cuanto alimentación y dietas es algo cada vez más común, incluso sin sufrir problemas de sobre peso; es muy recomendable visitar a un dietista que nos tome nuestro peso y medidas para poder confeccionar una dieta a medida para nuestro cuerpo y metabolismo. No debemos olvidar que cada cuerpo es diferente; es bueno conocerlo en detalle para darle exactamente lo que necesita.
También es muy recomendable hacer ejercicio con regularidad durante la semana: saliendo a correr, caminando una hora al día o yendo a un gimnasio; debemos romper nuestra rutina sedentaria en algún momento del día. Mantén tu cuerpo en forma y te recompensará con un mejor estado de salud, muchas menos dolencias y una gran sensación de vitalidad y satisfacción.
2) Salud mental
Hay que prestar atención a nuestra salud mental. Las enfermedades mentales o los trastornos están en vías de ser reconocidos como estados de convalecencia suficientes para ausentarse del trabajo mientras duren. El equilibrio de nuestra mente es algo frágil y muy valioso: el cerebro es el motor de nuestro cuerpo.
A menudo la depresión, la ansiedad o los pensamientos tóxicos son considerados estados de ánimo, pero están reconocidos por la medicina como trastornos que deben tratarse con la ayuda de especialistas o de medicación. Actualmente son la dolencia más común en las personas del primer mundo: nuestro acelerado modo de vida puede llegar a desgastar nuestra mente, y debemos darle descansos (o cuidados intensivos) cuando los necesite. Además de esto, asistir a un psicólogo de forma regular es algo muy recomendable, de la misma forma que solicitamos revisiones periódicas a nuestro médico de cabecera.
3) Salud anímica
Nunca debemos olvidar nuestra salud anímica. Los ambientes o entornos que no nos aportan cosas positivas, así como las personas que nos hacen daño deben quedar fuera de nuestras vidas. Este aspecto ha sido ampliamente abordado por los libros de auto ayuda, a nuestro alcance en cualquier librería o centro comercial. Es bueno atender a los consejos de especialistas y llevar a cabo pequeños ejercicios diarios, como cortar relaciones tóxicas o apartar malas influencias de nuestra vida. Es importante rodearse únicamente de personas que amen de forma sincera, sin imposiciones ni chantajes emocionales; trabajar el amor propio y tener relaciones sanas mantendrá nuestra salud anímica en plena forma.
Como ves, la salud integral es esencial en esta nuestra vida; para desempañar el trabajo, para compartir grandes planes con tus seres queridos o para viajar y conocer nuevos lugares. ¡La vida hay que vivirla con plenitud! Busca tu bienestar en todo momento; sabiendo cuidar de ti aprenderás cómo cuidar todo aquello que te importa.