Nuestro ritmo de vida actual suele hacer que no tengamos demasiado tiempo para elaborar comidas de gran calidad (recordemos los potajes de nuestras madres o abuelas, y la de horas que tenían que pasarse en la cocina para crear esos deliciosos platos), y muchas veces incluso que tengamos un tiempo muy justo para comer. Es lo que suele pasar especialmente si el trabajo nos pilla de por medio.
Entonces, ¿qué tipo de comida podríamos llevarnos a la oficina o al bar de enfrente, sin escandalizar a nuestros familiares más preocupados? Aquí os damos algunas ideas.
Descarga el ebook gratuito: "Cómo mantener una dieta equilibrada comiendo de tupper"
Cómida rápida
Lo más común y sencillo: un bocadillo. Los hidratos de carbono del pan te aportan la energía que necesitas para seguir trabajando, ¡y sin contar el contenido! Cuando tenemos media hora o menos para comer, un bocadillo es de lo mejorcito. Ya lo decían nuestras madres cuando teníamos que merendar o almorzar: “un bocadillo es mucho mejor que cualquier bollería o pica pica”. Y ya si lo acompañamos de una fruta o un yogur como postre, tenemos una comida rápida, eficaz y sana.
Los tuppers
Por supuesto, no hay que olvidarse de los famosos tuppers, que nos permiten traernos un pedacito de esas comidas que tanto nos gustan. Claro que no todas las comidas son adecuadas para llevar en un tupper, y menos para comer en el trabajo. Las sopas u otras comidas caldosas no son muy prácticas, ni tampoco muy adecuadas cuando lo que necesitamos es ingerir rápidamente comidas fáciles de digerir y que nos hagan recuperar las energías perdidas (o lo que es lo mismo, tenemos que comer cosas cargaditas de nutrientes y componentes necesarios para nuestro cerebro).
Comidas como lasañas, bacalao en salsa, tortilla de patata y frankfurts, son muy adecuadas para trabajos donde se requiera, ya no sólo agilidad mental, sino esfuerzo físico. Si en cambio tenemos que movernos menos (por ejemplo porque trabajemos frente a un ordenador), las ensaladas, pastas frescas u otros alimentos más ligeros pueden ser los más adecuados. Todo dependiendo, por supuesto, del tipo de trabajo que se realice, de las horas que debas estar trabajando, del tiempo que tengas para comer, y, efectivamente, dependiendo de tu metabolismo.
Otro aspecto a tener en cuenta es el azúcar, sobre todo en épocas de calor. Con la sudoración se pierden muchas sales minerales, y el azúcar de una pieza de fruta puede ser nuestra salvación ante la pérdida de fuerzas.
Pero no nos olvidemos de los momentos de descanso del trabajo. Las dosis de cafeína que nos aportan las máquinas de café pueden estar muy bien acompañadas con unas galletitas o unas pastas, ya sean traídas de casa o compradas en cualquier puestecito o máquina expendedora.
Como estamos viendo, en el trabajo es muy importante aprovechar los descansos y la hora de la comida para alimentarse bien y recuperar fuerzas si lo que queremos es seguir rindiendo bien. Una mala alimentación, o una alimentación (e hidratación, ¡ojo!) insuficiente, podría llegar a ocasionar problemas tales como mareos, dolores de cabeza, o fatiga.
Post relacionados: