En determinados sectores de actividad, como la agricultura, la alimentación o la restauración el gasto de agua tiene un peso muy considerable en los gastos generales de una empresa, influyendo notablemente en el equilibrio de los presupuestos y en la rentabilidad. Pero aun en el caso de que en tu empresa o negocio la factura del agua no signifique una partida presupuestaria de excesiva relevancia, es también importante no malgastarla por una cuestión de responsabilidad social y respecto al medio ambiente.
Para la mayoría de nosotros, disponer de agua potable y de calidad en cualquier momento y en la cantidad que deseemos es una acción tan fácil y natural que no nos damos cuenta de que se trata de un bien muy preciado y fundamental para la supervivencia y, desgraciadamente, muy escaso en muchas partes del mundo. Su escasez ocasiona terribles sequías que derivan en terribles hambrunas, sobre todo en el continente africano.
Si te preocupa el medio ambiente y no te resignas a malgastar tontamente un bien tan valioso como el agua, te enseñamos cómo puedes poner tu granito de arena ahorrando agua en tu lugar de trabajo.
La principal clave es la concienciación
Para que un plan de ahorro de agua sea realmente efectivo es indispensable concienciar a compañeros o empleados de la empresa o la oficina sobre los efectos negativos de malgastar agua para el medio ambiente y la sociedad. El visionado conjunto de algún documental sobre el agua y la problemática actual derivada de su mala gestión, puede ayudar a despertar muchas conciencias dormidas.
Acciones tan simples como cerrar los grifos de lavabos y cocinas cuando no se estén utilizando o no dejar correr inútilmente el agua de la ducha suponen ahorrar, en un solo día, cientos de litros de este bien tan importante para todos.
Ajustar grifos y cisternas y colocar dispositivos de ahorro de agua
Con una pequeña inversión, es posible instalar grifos que se cierran solos al cabo de unos 15 o 20 segundos, ya sea de forma mecánica o con una célula fotoeléctrica que detecta la presencia de las manos, o bien sistemas de doble descarga en los inodoros que limitan el uso del agua a la cantidad necesaria.
Pero también es posible ahorrar agua sin prácticamente inversión adicional: simplemente arreglando ese grifo que gotea es posible evitar que se malgasten hasta 30 litros diarios.
Revisar los métodos de limpieza
Por ejemplo, el lavado de vehículos o de cristales con mangueras supone gastar mucha agua, existiendo métodos alternativos, mediante cubos u otros sistemas, que permiten realizar las mismas tareas sin derrochar el líquido elemento.
Reciclar agua
Otra forma de optimizar el uso de agua es poner en marcha algún sistema para recoger el agua de lluvia o reutilizar y tratar el agua residual para la limpieza de determinados espacios, como las zonas externas de la empresa o el riego de las plantas.
Utilizar un dispensador de agua doméstica
La utilización de un dispensador de agua doméstico instalado a la red de abastecimiento de agua permite ahorrar cantidades importantes de agua, ya que ésta se toma directamente de la red pública, que es el sistema de abastecimiento de agua más económico y el que optimiza mejor los recursos, por lo que supone un gran beneficio para la población en general. Por otra parte, muchos dispensadores de agua llevan incorporado un sistema de osmosis inversa, por lo que además de ahorrar agua mejoran su sabor y calidad.
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