Debes ser consciente de tu postura durante todo el día. Cuando estás en el trabajo, sentado, manejando o si levantas o transportas objetos deberías hacerte las siguientes preguntas: ¿Estás cómodo? ¿Está tu espalda en una posición correcta? Al tomar conciencia de nuestra postura en las actividades diarias, podemos corregir los malos hábitos en nuestro día a día. La mejor recomendación es adoptar una postura adecuada al tipo de tarea a realizar.
Debemos mantener una postura erguida cuando estamos de pie o caminando. Con la cabeza sobre los hombros, evitar poner la cabeza por delante de la cadera, y dirige la vista hacia el frente, no hacia abajo, ya que puede provocar dolor cervical. Asegúrate de pisar correctamente, primero con el talón del pie, para pasar luego hacia la punta.
Debemos doblar los codos en ángulo recto para que el movimiento de los brazos acompañe al de las piernas. Pisar con la parte media del pie, (nunca recibir el impacto con el talón) para pasar luego hacia los dedos.
Pecho arriba y abdomen trabajando, ya que los músculos abdominales son los que nos ayudan a estabilizarnos, por lo que evitan posteriores dolores de lumbago y espalda. Rodillas un poco flexionadas y el peso del cuerpo repartido entre las dos piernas.
Recomendación: espalda recta, hombros atrás y descansando, y plantas de los pies apoyadas en el suelo. Ten en cuenta que cruzar las piernas puede crear problemas de circulación y hacernos padecer de piernas cansadas o hinchadas.
Muchos expertos coinciden en que la peor postura para dormir, la que debemos evitar, es dormir boca abajo sobre nuestro estómago. En esta postura la columna se encuentra desalineada y la posición del cuello es muy mala.
Si sufrimos dolor lumbar, la mejor opción es dormir de lado con las dos piernas encogidas, en posición fetal, La curvatura de la espalda en esa posición libera tensión en las vértebras lumbares, aunque la alineación no es la mejor… para mejorar esta postura podemos colocar un cojín o almohadón entre las piernas.
La mejor postura para dormir es boca arriba, sobre nuestra espalda, pero debemos tener en cuenta algunos puntos. Lo más correcto seria dormir sin almohada para conseguir una correcta alineación de nuestro cuello. Si estamos muy incómodos hay que escoger una almohada con el grosor adecuado.
Otro pequeño truco para mejorar la alineación de nuestra columna mientras dormimos es colocar un cojín o almohada debajo de las rodillas. También hay que tener en cuenta que a la hora de sentarse y levantarse de la cama, es importante mantener la columna recta. Una vez estamos tumbados, la columna vertebral debe quedar en posición horizontal y de total relax.
Importante: la almohada debe mantener nuestra cabeza a la misma altura del cuerpo, no mucho más alta. Dormir sobre un buen colchón y renovarlo cuando sea necesario es vital para conseguir un descanso de calidad, algo esencial para el cuerpo.
El transporte incorrecto de cargas pesadas nos pasa factura. Al levantar o transportar objetos, lo correcto es flexionar las piernas y bajar todo el tronco, no debes flexionar la espalda hacia adelante.
Cuando queremos transportar objetos no es recomendable empujarlos o tirar de ellos, sino tratar de levantarlos y transportarlos con el cuerpo recto, haciendo uso de los abdominales más que de los riñones, verás como funciona. La tonificación de la musculatura también es muy importante para mantener una buena postura.
Para acabar, remarcaremos la importancia de nuestra conciencia corporal, de escuchar y aprender del cuerpo, de manera que aportemos nuestro gran grano de arena al cuidar nuestro cuerpo, que al fin y al cabo es nuestro deber.
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