Realizar ejercicio con regularidad es una forma de conseguir una mejora tangible del funcionamiento del cuerpo y también de la mente, lo que en consecuencia repercute también en la mejora de la actividad laboral, así como del estado de alerta y concentración.
Queda claro, por lo tanto, que para conseguir mejores trabajadores es importante educarles para que comprendan la importancia de hacer ejercicio y, asimismo, permitirles que hagan pequeños descansos para ejercitarse y relajar la musculatura. En este sentido, los empresarios pueden hacer las siguientes recomendaciones a sus empelados:
- Una buena opción consiste en pasear por la oficina o salir un momento a la calle. Otra buena opción es utilizar las escaleras en lugar del ascensor, siempre que sea posible. Incluso cuando no se está realizando ningún descanso pautado, para el café, por ejemplo, se puede optar por caminar cuando se tenga que dar un mensaje a un compañero de la oficina en lugar de llamarle por teléfono o enviarle un e-mail.
- El mejor modo de asegurarse de que realizar ejercicio no baja hasta el último puesto de las prioridades, es tratarlo como una cita más en el calendario diario. Por esto un consejo que es obvio, consiste en apuntarse a un gimnasio cercano a la oficina y aprovechar la hora del almuerzo o la hora justo después de trabajar para apuntarse a clases de yoga, danza o cualquier otro tipo de ejercicio. Además, para evitar la pereza, una buena opción consiste en convencer a otro compañero de trabajo de que haga lo mismo y se apunte también al gimnasio, para estar más motivado y obligarse un poco a asistir al gimnasio incluso aquellos días que no apetezca. Esta es sin duda una forma de incluir las sesiones de ejercicio en la agenda y de no cancelarlas si no es por una causa mayor.
- Y por último, la opción de ir al trabajo en bicicleta, además de estar de moda, resulta muy saludable, aunque si no es factible y se acude al trabajo en transporte público, se puede bajar una parada antes y finalizar el trayecto andando, por ejemplo.
Por otro lado, en oficinas se encuentran en zonas industriales o lugares apartados de la ciudad o alejados de cualquier gimnasio, los directivos siempre pueden considerar evidentemente, la posibilidad facilitar a los empleados una zona de ejercicios con alguna cinta o bicicleta estática para poder utilizar en los descansos o mediodías.
En resumen, permitir que los trabajadores dediquen una pequeña parte de la jornada y los quehaceres diarios a encontrar tiempo para realizar un poco de actividad física, ni que sea de forma suave, durante las pausas en el trabajo o incluso mientras trabajan, es esencial para mejorar su estado de salud general, que incluye tanto la forma física y la capacidad mental, y por lo tanto, para formar trabajadores con más talento.
Post relacionados: