Todos los seres humanos necesitan una hidratación suficiente que asegure el adecuado funcionamiento del organismo. Sin embargo, los niveles de hidratación dependen del género y edad de cada persona.
Además, hay una gran variedad de factores de estilo de vida también influyen en los niveles de hidratación de un individuo, como son la actividad física y elementos ambientales como la temperatura y la humedad.
En el ámbito laboral, según el Instituto Europeo de Hidratación hay variables que pueden diferir mucho en el entorno laboral y, dado que muchas personas permanecen un porcentaje considerable de su tiempo en el trabajo, asegurar una hidratación adecuada en el trabajo es clave para el bienestar del individuo.
Cuando una persona realiza un trabajo que implica un esfuerzo físico, el sudor puede ser superior a la ingesta de agua, y producir un déficit de agua corporal , es decir, un principio de deshidratación.
De acuerdo con el Instituto Europeo de Hidratación, es importante que los directivos de las empresas ofrezcan facilidades a sus trabajadores para hidratarse durante sus jornadas laborales y, con este fin, ofrece una serie de recomendaciones para los empresarios:
• Mejorar el acceso a baños también puede aumentar el consumo de líquidos.
• Educar a los empleados (sobre todo los que trabajan en ambientes calurosos) para que comprendan los riesgos de la deshidratación y aprendan a identificar cuándo ésta tiene lugar.
• Fomentar la ingesta adecuada de líquidos e insistir en la importancia de una dieta equilibrada que incluya alimentos ricos en agua (frutas, verduras, sopas y otros alimentos con alto contenido de agua).
• Fomentar el consumo de líquidos instalando fuentes de agua que ofrezca a los trabajadores la posibilidad de beber más a menudo.
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