El rendimiento tanto físico como mental depende en gran medida, del nivel de hidratación del organismo, por esto es tan importante tener agua siempre a mano durante la jornada laboral. Y lo es no solo para los trabajadores sino para los empresarios, ya que es evidente que el rendimiento físico y mental de sus empelados es sinónimo de rendimiento y productividad empresarial.
• En cuanto al rendimiento mental, los resultados de unos estudios recientes demuestran que cuando el cerebro no está correctamente hidratado, su cerebro lo acusa y aparecen dolores de cabeza, falta de concentración y disminución de la memoria a corto plazo, e incluso pueden verse reducidas la capacidad para el cálculo y la velocidad de sus movimientos.
Según los investigadores responsables de estos estudios, ante la falta de agua en el cerebro, las personas sufren una disminución de los estados de alerta, aprendizaje asociativo, percepción visual, eficiencia aritmética, memoria a corto plazo y habilidad de razonamiento. Además, se ha comprobado que estos efectos a menudo se acompañaban de un aumento del cansancio.
• En cuanto al rendimiento físico, los resultados de estos estudios demuestran que cuando el cuerpo está deshidratado el rendimiento físico solo disminuye entre un 1 y un 2%; mientras que cuando se detecta un 4% de deshidratación, el rendimiento físico disminuye del 20 al 40%. Además, en caso de tener que realizar un ejercicio físico, se ha comprobado que una ingesta apropiada de agua antes, durante y después de realizar ejercicio que involucran muchas de las tareas realizadas en el trabajo, es esencial para alcanzar un mayor rendimiento físico.
En este sentido, es importante seguir unos consejos básicos, como beber 2 o 3 vasos de agua 2 horas antes de realizar una actividad física, beber 1 o 2 vasos 10-20 minutos antes de la actividad, beber de 1 a 3 vasos cada 15 minutos durante la actividad, y beber 2 o más vasos de agua dentro de las dos horas siguientes a la realización de la actividad. Además, es importante continuar bebiendo agua después del ejercicio hasta que la orina sea clara. Hay que tener en cuenta que es mejor tomar agua más bien fría, que esté entre 10 y 15º de temperatura, ya que el cuerpo la absorbe más rápido que los fluidos calientes.
Y en cualquier caso, durante la realización del ejercicio físico, siempre es mejor es tomar agua y no bebidas azucaradas o energéticas, ya que el azúcar y los electrolitos añadidos que llevan este tipo de bebidas pueden ralentizar el camino del fluido hacia el estómago y su posterior absorción hacia el corriente sanguíneo.
En definitiva, está en las manos de los empresarios y resulta bien sencillo mejorar el rendimiento físico y mental de los trabajadores para conseguir mejores trabajadores. Por lo que una de las fórmulas más sencillas de tener trabajadores eficaces y productivos, y, en definitiva, de gestionar el talento empresarial consiste en la instalación de una fuente de agua para oficinas.
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