El uso del plástico se ha generalizado tanto en nuestro día a día que podemos decir que vivimos invadidos por plásticos. Todo lo que nos rodea está fabricado casi por completo con polímeros, con las ventajas y los inconvenientes que supone, como los residuos plásticos.
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Podemos encontrar plástico en elementos como los siguientes:
- Envases de todo tipo
- Piezas de automoción
- Elementos constructivos
- Electrodomésticos
- Piezas de decoración
- Mobiliario
- Sector de la salud
Las ventajas de los plásticos
El plástico tiene algunas ventajas, que lo convierten en un material muy útil para el ser humano. Por ejemplo:
- Al ser un producto de baja densidad, se pueden fabricar elementos con muy poco peso.
- Es un material moldeable, que se manipula con facilidad. Esto permite producir elementos variados con poca energía.
- A diferencia de los metales, el plástico no se corroe frente a productos químicos, por ello se pueden fabricar embalajes resistentes canalizaciones, etc.
- Es un buen aislante térmico y eléctrico.
- Es muy versátil y se puede usar para todo tipo de sectores. No hay campo en el que no se pueda emplear algún plástico.
Este tipo de ventajas nos ha llevado a un uso muy extenso, incluso abusivo, de los plásticos. De modo que los inconvenientes debido a los residuos plásticos también se magnifican, convirtiendo un producto interesante en uno de los problemas medioambientales más importantes que tenemos.
Desventajas del uso de plástico
El plástico se descompone en partículas cada vez más pequeñas, aunque sin alterar su composición. Se denominan microplásticos, y ya se han encontrado restos en el agua, en el aire e incluso en los organismos vivos.
Islas de plástico
Cuando llegan al mar, los plásticos son arrastrados por las corrientes hasta determinados puntos, donde se depositan y acumulan los residuos. Esto ha producido las denominadas islas de plástico, que hacen que los océanos empiecen a parecerse a vertederos gigantes.
Lejos de ser un problema estético, los residuos plásticos ponen en peligro todo nuestro ecosistema. Y por supuesto nuestra salud.
El plástico y nuestra salud
Según un informe de la aseguradora DKV junto a la fundación Ecodes, una persona ingiere de media cada semana la misma cantidad de plástico que tiene una tarjeta bancaria. Una dosis inaceptable, teniendo en cuenta que los residuos plásticos no deberían formar parte de la dieta. En realidad estamos consumiendo un producto nocivo para la salud sin apenas darnos cuenta, ya que ha llegado a todos los elementos de la cadena trófica.
Reducir y reciclar no es una opción
Es evidente que la economía del plástico no es sostenible. Hace falta que todos, tanto empresas como consumidores, cambiemos la forma de hacer las cosas.
Según la ONU, desde la II Guerra Mundial se han producido casi 9 mil millones de botellas de plástico, pero se ha reciclado menos del 10 % de estas. Teniendo en cuenta que una sola botella puede tardar hasta 5 siglos en degradarse, nos podemos hacer una idea del problema al que nos enfrentamos.
Además de reciclar, debemos hacer todo lo posible por reducir la cantidad de plástico que usamos, buscando alternativas más amigables con el planeta.