Mantener la motivación laboral de nuestros empleados no siempre es tarea fácil, pues hay múltiples factores que pueden minarla poco a poco: caer en la rutina, pocas expectativas dentro de la empresa o la falta de retos pueden llevar a nuestros trabajadores más cualificados al tedio y a la desmotivación.
¿Cómo mantener a los empleados motivados y con ambición dentro de nuestra empresa? La clave se encuentra en salir de la zona de confort.
Vamos a darte las claves para sacar el máximo partido al talento de tus empleados, trabajando la motivación laboral y dándoles la oportunidad de explorar sus propios límites.
La zona de confort es un escenario mental. Está compuesta por los espacios, lugares, formas de trabajar, metodologías, ideas o acciones cotidianas que no resultan conocidas y familiares por la mera repetición de las mismas en nuestro día a día.
Como el mismo nombre indica, nos aporta sensación de seguridad y comodidad, aunque los elementos que hacen posible este escenario de estabilidad no tienen por qué ser agradables (un trabajo tedioso, acciones muy repetitivas, falta de retos, etc).
Vivir de forma permanente en un ámbito conocido puede conllevar una sensación de tedio, fruto de la inercia, que puede llegar a conducirnos a la depresión.
Esto, a nivel empresarial, se traduce en una falta de motivación por parte del personal para realizar su trabajo, normalmente provocada por falta de retos y nuevas fronteras por explorar que pongan a prueba el límite de sus capacidades, haciéndoles crecer como profesionales.
La motivación y la incertidumbre van de la mano. Las empresas más pioneras de todos los sectores apuestan por explorar nuevas fronteras que vayan más allá de todo lo explotado por el mercado hasta día de hoy. Esto supone una apuesta y un riesgo (además de una inversión), pero a su vez acaba posicionando a estas empresas como pioneras.
Está comprobado que afecta negativamente a la motivación laboral de nuestros empleados.
¿Cómo solucionarlo? Proponiéndoles una trayectoria laboral dentro de nuestra empresa en la que sean instados a ponerse a prueba como profesionales constantemente; es un sano ejercicio que les motiva a dar lo mejor de sí mismos y a aportar nuevas ideas que nos lleven a explotar nuevos nichos comerciales nunca antes contemplados como tal.
La inercia estanca los resultados de una empresa y a la larga va minando las posibilidades de que pueda competir en el mercado.
La palabra crisis significa “revisión”. A menudo salir de la zona de confort y enfrentarse a nuevas formas de trabajar supone una crisis empresarial en toda regla; sin embargo, no es negativo: reinventarnos es la ley de la supervivencia en el mercado laboral.
Una crisis en nuestra metodología de trabajo, cada cierto tiempo, es señal de que nuestro equipo está en forma.
Sin poner en duda nuestras metodologías no hay lugar para la evolución. Salir de la zona de confort nos fuerza a cuestionarnos y a explorar una mejor versión de nosotros mismos.
Este ejercicio desarrolla la auto-crítica: sin auto-crítica no se puede mejorar, y este es uno de los principales impedimentos para el crecimiento de cualquier empresa.
El punto más importante: enfrentarse a lo desconocido conduce a recuperar la motivación de forma instantánea.
Tener espacio en la mente para desarrollar planes, visualizar nuevos escenarios y diseñar nuestros futuros retos promueve que los empleados exploten al máximo sus capacidades en pro de los resultados laborales de nuestra empresa, ya que habremos elevado su motivación al 100%.
Ayudar a crecer a nuestros profesionales es el primer paso para que ellos hagan crecer nuestra empresa. Salir de la zona de confort e instar a nuestros empleados a explorar sus límites como profesionales les mantendrá motivados y felices en el trabajo, mejorando exponencialmente los resultados de nuestros objetivos laborales.
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