Mantenerse correctamente hidratado es fundamental para tener un buen rendimiento físico y mental, lo cual es fácil de entender si pensamos que la mitad de nuestro cuerpo está compuesto de agua y que este líquido elemento interviene en muchas funciones fisiológicas, como la digestión y la respiración. Una deshidratación, aún siendo muy leve, ya puede provocar problemas de concentración, fatiga y somnolencia.
Por todo lo expuesto anteriormente, es muy importante beber la cantidad necesaria de agua, se recomienda de 1 a 2 litros al día, y para ello es imprescindible contar con los medios necesarios para disponer de agua de calidad en todo momento y lugar: en casa, en los sitios de ocio y, por supuesto, también en nuestro lugar de trabajo.
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¿Por qué es importante disponer de agua de calidad en la oficina?
1) Para asegurar el buen estado físico y mental de los empleados
Como hemos comentado, una deshidratación de solamente un 1 o 2% ya provoca consecuencias negativas en el estado de salud de las personas, como por ejemplo problemas de concentración, sensación de somnolencia o ligeros mareos.
2) Aumenta la satisfacción de los trabajadores
Casi todas las personas valoran los detalles, como disponer de un dispensador de agua y de una fuente. De esta forma, el trabajador se siente más querido por la empresa, lo que aumenta su satisfacción y, en consecuencia, se encontrará más a gusto dentro de la organización y rendirá más.
3) Eleva el grado de bienestar y salud
Poder tomar un vaso de agua de calidad en cualquier momento no sólo sirve para colmar un necesidad básica y fisiológica como es la sed. Implica también la posibilidad de relajarse y charlar con los compañeros, lo que sin duda sirve para aumentar el bienestar del equipo de trabajo y mejorar el ambiente y clima laboral.
4) Aumenta la rentabilidad y la productividad
La mayoría de expertos en productividad laboral saben que la ecuación satisfacción y bienestar igual a una mayor productividad empresarial es perfectamente cierta y demostrable. Por lo tanto, la pequeña inversión que supone para la empresa disponer de fuentes o bidones de agua es rápidamente retornada en forma de un trabajo de más calidad y, por lo tanto, unos mejores resultados a nivel de rentabilidad y productividad.
5) Sirve para retener el talento
Actualmente, uno de los mayores preocupaciones de las empresas es cómo retener a sus mejores empleados, ya que constituyen su valor más preciado. Aunque no lo parezca a simple vista, aspectos relacionados con el bienestar como disponer de un lugar donde relajarse mientras se toma un buen vaso de agua a la temperatura deseada o una taza de buen café, contribuyen enormemente a que el empleado se sienta a gusto en la empresa.
Un empleado feliz en su empresa se siente más ligado e identificado con la misma, lo que provoca, evidentemente junto con otros incentivos (más sueldo y posibilidades reales de promoción laboral), un aumento de las posibilidades de retener a los mejores profesionales.
6) Evita las situaciones de riesgo de deshidratación
En determinadas situaciones, las necesidades de ingestión de líquidos pueden llegar a multiplicarse. Por ejemplo, en situaciones de altas temperaturas o mucha humedad o al realizar un esfuerzo físico intenso. Actividades cotidianas, como estudiar, hacer las tareas de casa o realizar un esfuerzo mental en una oficina también puede causar deshidratación, puesto que el cuerpo pierde líquidos constantemente.
Disponer de algún tipo de solución de agua en el trabajo evita estas situaciones de deshidratación que, en los casos más graves, pueden comprometer seriamente el estado de salud de los empleados.
Las soluciones de agua
Cuando notamos sed es porque nuestro cuerpo ya ha perdido, como mínimo, un 1% del líquido que necesitamos . La deshidratación puede provocar fatiga, debilidad, sensación de mareo y pérdida de concentración. A medida que pasa el tiempo y seguimos sin beber estos síntomas se agudizan, por lo que es muy recomendable beber antes de tener la sensación de sed.
Especialmente en los días calurosos, disponer de agua fría en el lugar de trabajo de forma continua y cómoda permite que los empleados se hidraten adecuadamente, al tiempo que adquieren una sensación de frescor que incide directamente en su bienestar, estado de ánimo y capacidad de trabajo. La mejor solución para esta necesidad son las fuentes de agua fría o los dispensadores de agua
Las fuentes conectadas directamente a la red pública son las más prácticas, cómodas y económicas. Funcionan a modo de surtidor, cuya potencia y altura suele ser regulable y generalmente se instalan junto a la pared, sin que lleguen a ocupar más de un metro cuadrado.
Los bidones de agua constituyen un sistema de dispensación de agua al que no se le puede poner pegas porque, pese a su sencillez, cumple perfectamente su cometido: que tanto en el hogar como en el trabajo todos puedan tomar agua de calidad sin pérdidas de tiempo ni incomodidades de ningún tipo.
El sistema es muy simple, consiste en un dispositivo compuesto de dos módulos: un bidón de agua en la parte superior y una base o pedestal parecido a una fuente de donde salen uno o varios surtidores. El bidón se instala de forma invertida en la parte superior del pedestal.
Los surtidores suelen tener dos grifos, uno para agua natural y otro para fría, y un diseño atractivo y adaptable a las necesidades de espacio de cada cliente. Por su parte, los bidones son transparentes, de un material higiénico y resistente al desgaste y los cambios de temperatura. Cuando se acaban, basta con sustraer el bidón vacío y sustituirlo por otro lleno.
Para hidratarse correctamente en el trabajo y también en casa, es imprescindible contar con una buena solución que permita tomar agua de calidad en cualquier momento de manera cómoda y práctica: los dispensadores de bidones de agua mineral o las fuentes conectadas a la red pública son dos opciones económicas y eficaces.
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