Ser socialmente responsable no solo genera beneficios para su entorno más o menos próximo, tanto físico como humano, sino que también resulta rentable para la propia empresa, sea del tamaño que sea.
El impacto positivo que pueden causar los distintos tipos de prácticas englobadas en un contexto de RSC en la sociedad puede traducirse en una mayor competitividad y sostenibilidad de la empresa, así como en una serie de ventajas que citamos a continuación:
- Ser responsable socialmente genera de forma automática más productividad, puesto que los trabajadores pueden sentirse más motivados y optimizar también su eficacia.
- Los clientes de la empresa se vuelven más leales, al conocer sus acciones de RSC, ya que a pesar de que lo más importante para este sean la calidad y el precio del producto o servicio ofrecido, cada vez más valora otros aspecto y valores añadidos. En definitiva, si su imagen es positiva, la empresa conseguirá la lealtad del consumidor
- La credibilidad es otro punto a favor de una empresa socialmente responsable, dado que si demuestra ser respetuosa con las personas y el medio ambiente se ganará una reputación que le garantizará mayores éxitos empresariales.
Así, la empresa se diferencia positivamente la marca de la competencia, y además puede atraer a más inversores, ya que un inversor siempre preferirá una empresa bien posicionada socialmente.
Además, en el caso de las acciones de responsabilidad social corporativa focalizadas, en concreto, al apoyo a las causas humanitarias, dichas acciones pueden repercutir en numerosas ventajas para la empresa:
- Como ya se ha citado en el listado anterior, pero en este caso más espacialmente, mejora de la reputación por colaborar con este tipo de causas benéficas
- Implicación y motivación de los trabajadores
- Reconocimiento de la labor de la empresa por parte de los consumidores
- Publicidad gratuita por parte de las organizaciones
- Desgravación por colaborar económicamente con este tipo de asociaciones
En definitiva, dado que el objetivo principal tanto de una Pyme como de una macroempresa es ser rentable, si es socialmente responsable obtendrá, además, estos beneficios añadidos, que repercutirán también en las cuentas.
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