Lo has escuchado y leído muchas veces: “nuestro cuerpo se compone principalmente de agua”. No es de extrañar, entonces, que tengamos incorporado un mecanismo que nos alerte del déficit de líquido: la sed. Cada persona puede tener necesidades distintas en cuanto a la ingestión de líquidos pero tener mucha sed todo el rato no es normal. En este artículo te contamos por qué.
Somos agua
La cantidad de agua diaria puede variar de una persona a otra, así que no vamos a decirte cuánto tienes que beber a lo largo de la jornada: simplemente bebe cuando tengas sed. Lo recomendable es escuchar al propio cuerpo para mantenernos hidratados y usar el sentido común. Pero si de repente tienes sed constante, deberías prestarle atención a la causa.
Aunque depende de las circunstancias de cada persona, la proporción media universal de agua en el cuerpo humano es de dos tercios. Dicho de otro modo, en una persona de 70 kilos, más de 45 kilos serán de agua. Como ya sabrás, no podemos conservar toda esa agua en el cuerpo: gracias a ella, eliminamos desechos disueltos que podrían ser dañinos para nuestro organismo.
Pero, ¿sabías que no solo eliminamos toxinas y agua a través de la orina? Las heces, los poros de la piel y los pulmones también desechan agua:
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En el caso de los poros, evaporándola.
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En el de los pulmones, eliminando vapor de agua que procede de las mucosas de las vías respiratorias cuando respiramos.
Por ello, la hidratación es vital para que nuestro cuerpo pueda recuperar todo el agua que renueva. La necesidad de hacerlo es lo que se conoce como sed. Básicamente, la sed es la necesidad de ingerir líquidos y está controlada por el hipotálamo. La orden de beber que envía el hipotálamo puede deberse a dos factores: que haya un déficit de agua en el organismo o un exceso de sales. Por esta razón, el cuerpo cuenta con dos sistemas de detección diferentes que se conectan con el hipotálamo. Y por eso, hay comidas que dan mucha sed, y realizar actividades que causan transpiración, también.
¿Sed constante? Necesitas hidratarte
¿Te han recomendado alguna vez tomar 8 vasos de agua al día? Esta es quizás una buena referencia del agua que una persona necesita, pero hay muchos factores que pueden hacer que una persona adulta necesite más o menos agua. Además, debes contar con que no solo el agua nos hidrata; ¿sabes cuáles son los alimentos con mayor poder hidratante? En este post puedes consultarlo.
Por lo general, para saber si te mantienes hidratado, es importante tener en cuenta dos cosas:
Si por el contrario la sensación es la de tener mucha sed, debes saber que no es normal. Puede deberse a múltiples causas, algunas podrían estar relacionadas con enfermedades. Veámoslas.
Causa que provocan tener mucha sed todo el rato
La sensación de sed constante es normal cuando el organismo pierde líquidos. Esto puede ocurrir por los siguientes factores:
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Alimentación. Una dieta con alimentos ricos en sodio puede provocar mucha sed. Tu cuerpo detecta una alta concentración de sodio y le ordenará a tus riñones que lo expulse. Para ello, requerirá mucha más agua de lo normal, por lo que tendrás más sed.
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Deshidratación. Se produce cuando sudas de un modo excesivo o tienes síntomas como vómitos y diarrea. El organismo pierde líquido y es necesario recuperarlo. Además de tener mucha sed todo el rato, experimentas sequedad en los labios y boca, te faltan las energías y tienes calambres.
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Ansiedad. Situaciones que producen ansiedad o ponen a prueba tus nervios también pueden provocar mucha sed.
Si tu sed se ha vuelto insaciable, es probable que sea un síntoma de algún problema de salud y no te has dado cuenta de ello. Si percibes una sensación persistente de sequedad en la boca, y la sensación de tener mucha sed todo el rato no cesa, aunque bebas agua, lo mejor es consultar con tu médico de cabecera. Algunas enfermedades tienen como síntoma una sed desmedida.
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Anemia. Solemos relacionar la falta de hierro en el organismo con la anemia. Este trastorno provoca una carencia de glóbulos rojos sanos, lo que dificulta la buena distribución del oxígeno por todas las células. El cuerpo trata de compensar la pérdida de líquidos provocada por la pérdida de glóbulos rojos exigiendo la ingesta de líquidos.
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Diabetes. Tener muchas sed y necesidad constante de orinar puede ser una señal de alerta para la diabetes. Esta enfermedad provoca una acumulación de glucosa que obliga a los riñones a realizar mayor actividad. De esta forma, se filtra y absorbe el exceso de azúcar en sangre. Los riñones trabajan con más intensidad y si no dan abasto, se produce deshidratación en el paciente. Es necesario un tratamiento para regular la glucosa.
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Hipertiroidismo. La glándula tiroidea controla el metabolismo del cuerpo. La sensación de sed excesiva podría ser síntoma de una tiroides hiperactiva, ya que un aumento de los ritmos del organismo es lógico que demande, entre otras cosas, líquido.
5 consejos para mantenerte hidratado
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Inicia tu día tomando un vaso de agua, el agua en ayunas beneficia a tus órganos, las articulaciones y mejora la salud de la piel.
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Reduce el consumo de bebidas como alcohol y cafeína, ya que te harán perder líquidos en tu organismo.
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Consume frutas y verduras con mayor contenido de agua: sandía, piña, naranja, lechuga, pepino, entre otros.
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Evita los alimentos con alto contenido en sal.
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Aunque no haga calor o no tengas sed, bebe agua constantemente durante el día.
Si alguna vez te has preguntado: “¿por qué tengo sed todo el rato?” seguro que después de leer este post te das cuenta de que puede ser por muchos motivos… Es importante estar alerta ante los síntomas de tu cuerpo y no esperar a tener sed para beber. Existen muchas estrategias para acordarte de la necesidad de beber, entre ellas, tener siempre disponible una fuente con agua fresca lista para saciar tu sed. ¡Beber agua es importante para tu salud!