En Agua Eden se trabaja día a día para ofrecer a todos sus clientes los estándares más elevados de calidad en todos sus servicios.
De acuerdo con la filosofía de la empresa, esta dedicación se produce siempre sin dejar de lado su misión principal, como empresa socialmente responsable, ya que en Agua Eden se preocupan siempre por el medio ambiente, y trabajan cuidando del planeta y de sus comunidades, tanto a nivel local como internacional mediante distintos tipos de acciones sociales.
Dentro de sus premisas de responsabilidad social corporativa, en cuanto a su compromiso con el medio ambiente, desde sus inicios, en Agua Eden han priorizado el respeto por el medio ambiente, ya que entienden que el entorno es el futuro de todas las personas, y por esto, siempre han querido asumir un compromiso social con el medio ambiente. Con este fin, ahora intentan incrementar la concientización medioambiental a través de la comunicación y educación de sus colaboradores y mediante una política de análisis constante de todos los aspectos relevantes de su funcionamiento como empresa dentro del sector industrial.
Con este fin, agua Eden extrae su agua de manantiales cuidadosamente seleccionados por expertos, y cuya explotación se ha llevado a cabo desde el primer día con el máximo respeto por el medio ambiente. Con este fin el agua Eden se embotella directamente en su lugar de origen, se somete, desde su obtención hasta su suministro, a una continua y cuidadosa supervisión por entidades independientes. Por este motivo, el agua mineral, tal y como la se comercializa en Agua Eden, un agua que viaja de la montaña al vaso, gracias a una mediación cuidadosa, y mediante un proceso industrial respetuoso con el medio ambiente, y por lo tanto se puede considerar que es un agua ecológica, libre además de tratamientos químicos ni bacteriológicos,
En definitiva, uno de sus grandes valores como empresa medioambientalmente responsable, es que el agua que comercializa cumple con todas las directivas de la OMS, la Organización Mundial de la Salud, y está sometida los estrictos controles internacionales que exige la OMS, lo que le permite afirmar que todas las acciones realizadas a lo largo de los procesos de envasado, de distribución y transporte del agua, son respetuosos con el medio ambiente.
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