Un estudio reciente que comparaba los programas de bienestar de diez compañías de la revista Fortune500 halló que el retorno medio de la inversión fue de 3 dólares de beneficio por cada dólar invertido inicialmente.
Se ha comprobado que reunirse con compañeros e intercambiar ideas promueve el entendimiento mutuo e incrementa la cooperación en la organización. A veces, una reunión informal con un socio o cliente conocido en el área de descanso, como alternativa a la sala de reuniones puede resultar sorprendentemente eficaz. Otra forma que tienen los empresarios para fomentar la comunicación y el contacto entre trabajadores consiste en promover las conversaciones de pasillo junto a las fuentes de agua mediante la colocación de pequeñas mesas de pie en el propio pasillo, o incluso en colgar pizarras pequeñas, o dejar blocs y rotuladores a mano en dichas mesas para facilitar la discusión improvisada e informal de temas de trabajo.
Asimismo, los empresarios deben intentar promover las pausas profesionales de sus empleados, ya que son un auténtico potenciador de la productividad. Estas pausas no tienen por qué ser demasiado largas ni quitar tiempo de trabajo a sus trabajadores, simplemente deben servir para que estos descansen, y para que hagan un poco de ejercicio beban agua de una fuente para refrescar su cuerpo y su mente, y volver al trabajo más energéticos y relajados a la vez.
En este sentido, instalar una fuente de agua en la sala de descanso puede contribuir de forma indirecta a construir cultura de empresa. Una cultura de empresa que supone bienestar para los trabajadores y bienestar empresarial a la vez.
Y, claro está, las empresas que cuentan con unas plantillas motivadas por un entorno laboral amable y por elementos que les proporcionan bienestar, como una sencilla fuente de agua, son también las que presentan una mayor productividad, lo que repercute en unos mejores números en la cuenta de resultados.
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