Prácticamente todos los expertos en gestión laboral lo tienen muy claro: las empresas que consiguen mejores resultados son aquellas que trabajan en equipo. La razón es muy simple: la suma de habilidades y competencias, si se trabaja con criterio y en base a una estrategia, siempre es más productiva que los esfuerzos individuales. Dicho de un modo simple, dos talentos es más que un único talento.
¿Conoces todas las ventajas del trabajo en equipo?
Muchas de ellas estamos seguros de que sí, pero es posible que en algunas aún no hayas reparado:
- Creación de sinergias positivas. Al trabajar en equipo, siempre que el grupo se lleve razonablemente bien y trabaje de una forma estructurada, se crea el ambiente idóneo para lograr unos resultados colectivos que superen ampliamente a los que se conseguirían de forma individual. A través del empuje del grupo, los empleados se animan y motivan mutuamente, logrando extraer lo mejor de sí mismos en aras de un beneficio colectivo.
- Se aumenta el compromiso y la identificación con los valores de la empresa. Cuando el grupo funciona, sus miembros cogen confianza y seguridad y, al mismo tiempo, se reafirman en que la decisión personal y profesional que han tomado al decantarse por trabajar en una determinada empresa es la más acertada. En base a estas sensaciones y actitudes, los trabajadores se van sintiendo cada vez más orgullosos e identificados con la misión, filosofía y valores de la organización para la que trabajan.
- Se reactiva la creatividad. Es en el contexto de un grupo donde se obtienen las mejores ideas, las más creativas y las que, en definitiva, nos van a permitir obtener ventaja competitiva. Esto ocurre porque un buen concepto, que en un primer momento puede surgir de una forma individual, puede tomar forma, matizarse y perfeccionarse con las aportaciones del resto del grupo.
- El grupo sirve para satisfacer necesidades individuales. A través del apoyo, la ayuda y el reconocimiento por parte del grupo, los distintos miembros que lo conforman pueden pueden llegar a satisfacer esas necesidades individuales superiores, identificadas en la pirámide de Maslow, como son la autorrealización o el sentirse realmente valorado.
- Se toman las mejores decisiones en el momento adecuado. Ven más varios pares de ojos que solamente dos. Y esto tiene una importancia fundamental a la hora de tomar las mejores decisiones para la empresa y hacerlo a tiempo. Para ello, es fundamental dar voz a todos y tener muy en cuenta a todos los empleados a la hora de tomar decisiones. De esta forma, cuando algunos de ellos sea capaz de detectar un problema o ver una oportunidad con antelación, estaremos a tiempo de solucionarlo o implementar esa nueva idea que puede darle alas a nuestro negocio.
Todas estas ventajas y algunos más que, por falta de espacio no hemos nombrado, son fundamentales para aumentar la rentabilidad y productividad de cualquier empresa o pequeño negocio. Sea cual sea su tamaño, número de empleados, o sector de actividad.
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